El joven piloto boirense Diego Vázquez Pazos lleva las motos en las venas y todo lo que no sea poder subirse a la suya, como hace desde los 6 años, le causa gran frustración. A “Diego45”, como lo conocen en ese mundillo, le surgió un inconveniente en forma de motor roto y no cuenta con los 1.000 euros para repararlo. Su presencia en la próxima carrera del Campeonato Nacional de Portugal en el circuito internacional de Portimao, prevista para los días 24 y 25 de julio, está en el aire. Por ello y ya que tiene pocas ayudas, desde su equipo, el DTR Team, hacen un llamamiento a la ciudadanía y empresas a hacer donativos en la cuenta que el muchacho tiene abierta en el Banco Sabadell (ES94 0081 2197 1100 0615 2028) y, así, recaudar lo que precisa para volver a subirse a su moto, cumplir su deseo de hacerlo también en el podio y quedar entre los tres primeros.
El padre de Diego45, Adriano Vázquez Pérez, es testigo de la progresión del joven piloto desde que tres meses después de subirse por primera vez a una moto empezó a competir, y que sigue mejorando con los entrenamientos en el circuito de karting Ayrton Senna, en Outes, que le dejan gratis. Desde entonces ha quedado campeón en la Copa Gallega ANPA de 65 cc en 2018, y al año siguiente ya subió a la categoría de 250 centímetros cúbicos, proclamándose también campeón en la misma competición. En 2020 empezó a correr en el Campeonato Nacional de Portugal y quedó en un meritorio quinto puesto, proclamándose el mejor rookie de la temporada, y logró subirse al podio en Portumao. Este año, con una mayor implicación del vigués Daniel Trelles, campeón de Super Stock 600 en el Nacional de Portugal en 2019 y 2020 -este año no corre al no contar con patrocinios-, ya disputó dos carreras en Estoril pero, mientras los demás corrieron con motos nuevas, él tuvo que hacerlo con la misma.
En esa tesitura, en la primera carrera, los demás pilotos iban 13 kilómetros por hora más rápidos que él en las rectas, por lo que a Diego45 sólo le quedaba arriesgar en las curvas. Tal fue así que en la crono de clasificación sufrió una caída “fea”, como recuerda su padre, y una ambulancia lo llevó al hospital por precaución, pero horas después salió a correr de la cuarta plaza que alcanzó con sólo tres vueltas, y trató de adelantar a los tres que le precedían pero no pudo. Para la carrera del pasado domingo prepararon un poco el motor con un nuevo pistón -luego se supo que era defectuoso- y, al dar la quinta vuelta en la crono, con posibilidades de ponerse primero, reventó esa pieza al ir en cuarta a fondo para meter quinta a la salida de una curva para coger la recta más rápido.
La situación por la que atraviesan debido a la pandemia los hosteleros, que son la mayoría de sus patrocinadores, hizo que se resintieran los apoyos, pero a todos ellos les está muy agradecidos por lo que hacen esta temporada. Pero, al enterarse de lo ocurrido, ya hubo alguno de ellos, como el propietario del Estrela del Mar, le ofreció 200 euros. Desde el Concello le llamaron ayer al padre para comunicarle que le darán mil euros, pero el presupuesto aún no está aprobado, por lo que no saben si lo recibirán y cuándo.