La Mancomunidade do Salnés ha puesto en marcha el proyecto piloto “Rede de Restaurantes Seguros” que consiste en la cesión de sensores que funcionan a modo de una pequeña estación meteorológica para medir, entre otros parámetros, los niveles de CO2 en interiores. Está dirigido a 40 establecimientos y resulta útil para una mejor gestión de la calidad del aire y climatización de los locales, pero sobre todo para el cumplimiento del protocolo anti covid. De hecho, ahora están obligados a disponer de medidores, pero según la entidad, a diferencia de los prototipos más populares, estos ofrecen datos históricos y el propio cliente puede acceder a ellos a tiempos real desde su móvil.
La entidad supramunicipal lo pone en marcha de la mano de Óscar Amoedo, representante de la empresa Elon, y como parte de “Nova TFE”, el proyecto europeo que lidera para impulsar pequeñas empresas tecnológicas y emprendedores en el desarrollo de hardware y software que contribuya a la creación de las llamadas ciudades inteligentes y el manejo del “big data” para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos con estas TFE, Tecnologías Facilitadoras Esenciales. De hecho, ya tiene en mente la creación de un laboratorio prototipado con instrumental tecnológico avanzado (impresión 3D, realidad virtual, etc.) que cederá a empresas para desarrollar nuevos productos, según el gerente comarcal, José Ramón García Guinarte.
Asimismo ha destinado 15.000 euros a la compra de dos medidores de ruido exterior y otro de la calidad del aire para obtener datos de contaminación. En este paquete también entran los equipos de la “Rede de Restaurantes Seguros”. Concretamente, ha comprado 50 de estos sensores de los cuales, 40 se cederán a hosteleros y el resto se instalará en las dependencias de sus obradoiros de emprego, salones de plenos y auditorios.
Los empresarios interesados en hacerse con uno, valorado en 165 euros, ya pueden solicitarlo en la web https://mancomunidadedosalnes.com El único requisito es tener una red wifi, pero se concederán por riguroso orden de inscripción, según García Guinarte, quien destacó la colaboración de las asociaciones Emgrobes, Zona Centro, CETS y Ahituvi a la hora de informar a sus socios sobre esta iniciativa, aunque puede acceder cualquier hostelero saliniense.
El sensor es tal cual una estación meteorológica de tamaño bolsillo, “súper fácil de manejar e instalar”, explicó Amoedo. De hecho, funciona con un sistema semafórico: verde (los niveles son correctos), amarillo (de alerta) y rojo (la concentración de dióxido de carbono supera las 1.000 partes por millón y es necesario tomar medidas de ventilación).
Además, mediante la descarga de la aplicación pareja, el restaurador podrá acceder al historial de las mediciones de estos niveles, pero también de temperatura, presión atmosférica y humedad, ayudándole a mantener agradable su local, lo que, según los responsables del proyecto, hará que sea muy útil incluso después de la pandemia. Además, Amoedo señaló sus posibilidades en otros aspectos, como el correcto mantenimiento de la bodega de vinos.
Pero los implicados destacaron sobre todas las cosas que, a diferencia de otros del mercado, el cliente podrá acceder a tiempo real a esos mismos datos con una lectura de un código QR, dándole más seguridad a ellos, y también a los empleados.