No hay pandemia que frene la fe por la Virgen del Carmen. Así se demostró ayer con los actos que se celebraron en todos los concellos costeros a ambos márgenes de la Ría de Arousa, que pese a verse reducidos por la situación sanitaria, dejaron escenas llenas de sentimientos. El fervor ha sido comedido, no podría ser de otra manera, pero aún así, los marineros han podido rendir homenaje a su patrona pidiendo protección para sus hijos del mar y manteniendo en el recuerdo a los fallecidos.
En la villa de Carril, las embarcaciones no salieron este año en procesión aunque si se realizó la ofrenda floral desde el puerto. La prudencia también se impuso en A Illa de Arousa que pese a tener que reducir los actos a solo dos misas a la mañana, la gran devoción que sienten los isleños por la protectora de los marineros pudo sentirse entre los asistentes con el recuerdo de sus fallecidos en el mar. En O Grove los devotos cantaron con sentimiento la Salve Marinera en honor a la Vigen del Carmen en una misa solemne que centró los actos festivos en la localidad. Entre ellos se encontraban la conselleira do Mar Rosa Quintana y el delegado territorial de la Xunta, Luis López, que escogieron esta villa marinera y turística para mostrar su reconocimiento a los marineros y las gentes del mar de Arousa.
Asimismo, en el otro lado de la ría, Ribeira celebró una misa al aire libre en la explanada portuaria de Aguiño con la asistencia de la conselleira de Política Social, Fabiola García, y la presidenta de Portos de Galicia, Susana Lenguas. Posteriormente, frente a la imagen de la Virgen del Carmen zarparon cuatro embarcaciones que lanzaron flores en la zona de A Forcadiña. Un prolongado lanzamiento de bombas de palenque puso el broche a los actos.