Los petroglifos de Cea dejarán de ser unos desconocidos. La empresa A Citania, de la mano del Concello de Vilagarcía, acaba de finalizar las labores de limpieza, desbroce, localización e inventariado de catorce estaciones rupestres con 27 rocas grabadas. Los motivos van desde los círculos concéntricos (mayoritarios) hasta las herraduras y algún que otro ciervo.
Son todavía varios los pasos que hay que dar para convertir la zona en un yacimiento musealizado. El siguiente será el estudio de diagnosis del estado de los grabados, por parte de la restauradora Iria López, para la posterior limpieza de líquenes que impidan su visibilización.
Pero, mientras tanto, A Citania continúa con las labores incluidas en su proyecto, que incluyen la comunicación y difusión de una de las rutas que se pueden realizar en el paraíso arqueológico que es Xiabre.
Los primeros en recorrer este entramado de piedras fueron los concejales de Turismo y Patrimonio, Álvaro Carou y Paola María. Lo hicieron de la mano del arqueólogo Xurxo Constela, que incidió en la importancia de que las administraciones apuesten por el patrimonio. De hecho, el experto de A Citania incidió en que las actividades relacionadas con la arqueología despiertan gran interés e incluso en una visita llegaron a tener 85 personas.
Ahora, los números se limitan, para hacer la ruta sostenible, evitar accidentes o cualquier tipo de daño a las rocas. Paola María anunció que, con fondos europeos, el Concello pondrá en marcha rutas de senderismo y uno pasará por el amplio conjunto de Xiabre. Antes, A Citania ya anuncia la puesta en marcha de una visita nocturna, probablemente en septiembre. Y es que de noche, con luz rasante, es cuando se dejan ver muchos de los grabados que de día se esconden a los ojos más inexpertos.
También, a veces, a los de los especialistas. Constela confiesa que los dos primeros días la desesperación estuvo a punto de invadir al equipo, tras no localizar ni uno solo de los grabados, que fueron documentados por primera vez en 2007, tras unos incendios que los pusieron al descubierto. El trabajo realizado por A Citania fue ingente, para convertir toxeiras y matorrales de gran tamaño en caminos accesibles. El arqueólogo anuncia que, en cuanto las visitas comiencen a ser frecuentes, mejor se conservarán los caminos. Los que allí acudan podrán perderse por senderos repletos de sorpresa, encontrar rocas de gran tamaño o disfrutar de espectaculares vistas. “Non é casual que os petroglifos teñan panorámicas asombrosas”, explica Constela. El dominio del territorio es una de las cuestiones que buscaban los habitantes de la Antigüedad, como se puede ver también en los castros. El arqueólogo destacó la importancia de Xiabre, con lugares próximos como el “significativo” castro de A Xaiba. A Citania dejará todos los conjuntos inventariados, con una actualización de las fichas, y georeferenciados. Constela apuesta por volcar todos estos datos en una web, idea que el Concello ve con buenos ojos.