La conferencia organizada ayer por la ONU para recaudar ayuda humanitaria para Afganistán logró de la comunidad internacional promesas de más de mil millones de dólares en asistencia, aunque Naciones Unidas admitió que ésta no podrá brindarse si no trabaja junto a los talibanes.
“Es imposible enviar asistencia a Afganistán sin implicarse con las autoridades de facto del país”, reconoció el secretario general de la ONU, António Guterres, en rueda de prensa durante la conferencia, en la que participaron ministros de Asuntos Exteriores de cerca de un centenar de países.
Guterres afirmó que es importante acercarse al régimen talibán en éste y otros aspectos que preocupan a la comunidad internacional, como el terrorismo, la lucha contra el narcotráfico o “la propia naturaleza del Gobierno afgano”.
Sobre las posibles presiones que Naciones Unidas pueda ejercer frente al Gobierno talibán, Guterres se mostró pesimista y dijo que “pensar que la ONU puede poner fin un problema que no solucionaron países que mandaron miles de soldados es absurdo”.
“Haremos lo que esté en nuestras manos, porque nunca hemos abandonado al pueblo afgano”, aseguró el secretario general, quien recordó que la ONU está presente en ese país desde hace más de 70 años e incluso siguió trabajando durante el anterior régimen talibán (1996-2001).
Promesas
Durante la conferencia de ayer, el coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, quien la semana pasada viajó a Kabul y mantuvo encuentros con los talibanes, aseguró que éstos le garantizaron por escrito que permitirán que continúe la ayuda humanitaria.
Estas promesas chocan con las denuncias que también ayer en Ginebra, aunque en otro foro, el Consejo de Derechos Humanos, lanzó la alta comisionada de la ONU en esa materia, Michelle Bachelet, quien indicó que trabajadores de agencias de Naciones Unidas en Afganistán están siendo víctimas de cada vez más ataques.
Los mil millones de dólares prometidos ayer por la comunidad internacional (entre ellos 64 millones ofrecidos por Estados Unidos y 23 millones por España) sobrepasan el objetivo inicial de la ONU, fijado en 600 millones de dólares para asistir a once millones de afganos este año.