La llegada del otoño y con ello, la temporada de lluvias, despierta los temores de los vecinos de Guillán, Carril y Trabanca Sardiñeira ante la posibilidad de que se produzcan nuevas riadas e inundaciones. Los vecinos urgen atención por parte de la administración local para que lleve a cabo las acciones necesarias para prevenir anegamientos y sus consecuencias.
Las últimas lluvias fuertes en Guillán protagonizaron unas riadas camino abajo que llenaron de lodo y barro el antigüo lavadero, que a día de hoy sigue siendo utilizado por los lugareños.
Se quejan de que todavía no ha sido limpiado por quien corresponda y resulta peligroso caminar alrededor del pilón donde se acumula el barro, pudiendo provocar caídas. Por ello, solicitan al Concello de Vilagarcía que se inste a su limpieza y como medida a mayores, se coloce una rejilla antes de la entrada de las escaleras para que se cuele el agua pero no deje pasar la masa de barro.
Además, las ultimas actuaciones realizadas por los promotores de las obras para acondicionar el terreno que da paso a las riadas, serían todavía más perjudiciales ya que los vecinos creen que ahora el agua ya no bajaría hacia el río sino que afectaría a la vivienda que se encuentra debajo del paso de las aguas. Esperan que la siguiente medida de la adjudicataria sea la canalización del agua para evitar, de una vez por todas, que se sigan produciendo las inundaciones en esa zona.
“O lavadoiro debería limpialo quen o ensucia. Se pasa algún accidente, a quen llo reclamamos?” preguntan los vecinos indignados por estos casos que ya han puesto en conocimiento de las administraciones, incluso de Augas de Galicia, de quien todavía no han obtenido respuesta.
No hay que irse muy lejos para comprobar como los vecinos de Carril y Trabanca Sardiñeira también se preocupan ante posibles inundaciones. En este caso, se quejan del “abandono absoluto” de las parroquias por parte del gobierno local, al que advierten de que las tragantes de agua están obturadas por la vegetación que crece en ellas y urgen su limpieza ya que pronto llegarán las trombas de agua. “Es indignante”, lamentan los vecinos.