Un denso manto de lodo cubría ayer fincas, calles y propiedades en Guillán. Era el regalo que, una vez más, les dejaba a los vecinos el temporal de viento y lluvia y el desmonte que a principios de año se hizo en una parcela del lugar y cuyas consecuencias son nefastas ahora para los vecinos. “Isto non hai por donde collelo”, manifestaban ayer los afectados. Y es que nuevamente las parcelas de propietarios particulares, el lavadero y la carretera eran un auténtico mar. “Din en Augas de Galicia que non hai perigo de que o barro chegue ao río, cando está claro que xa chegou e vese a simple vista”, manifiestan desde la Comunidad de Montes.
Nada más despertarse por la mañana los vecinos llamaron a la Policía Local y a Protección Civil para que emitiesen un informe de lo sucedido. “Xa advertimos dende o primeiro día que isto ía pasar”, lamentan los vecinos. Cabe recordar que es el desmonte de una parcela para habilitarla para una plantación vitivinícola lo que ha provocado todos estos problemas de riadas de lodo y agua.
De hecho la fuerza de la corriente incluso ha tirado muros y provocado importantes daños en propiedades privadas.
El asunto fue denunciado tanto en el Concello como debatido en el Parlamento de Galicia a través de una iniciativa del BNG. Los vecinos, por su parte, siguen esperando soluciones concretas.
Los servicios meteorológicos habían advertido días antes que se avecinaba temporal de viento y lluvia para la costa gallega y no se equivocaron. Al filo de las doce de la noche una gran tromba de agua cayó sobre O Salnés dejando un reguero de incidencias. Eso sí, todas ellas sin importancia. Contenedores desplazados, vallas tiradas o ramas de árboles caídos fueron las incidencias destacadas de una noche que mantuvo en alerta a los servicios de emergencias. Después de la tormenta llega la calma y ayer la comarca amaneció con sol y con temperaturas suaves.