El Concello de Vilagarcía anuncia que la siguiente humanización se hará en Sobradelo, en concreto en la zona de la fuente y el lavadero de Vilaboa. Se trata de una mejora del entorno solicitada por los vecinos del lugar, según inciden fuentes municipales. Para concretar la actuación a desarrollar, la Xunta de Goberno Local adjudicará el miércoles la redacción del proyecto a Zubia Ingenieros, por un importe de 8.700 euros.
Para el diseño de esta obra, desde la Concellería de Urbanismo marcan una serie de requisitos a los que deberá ajustarse el documento como, por ejemplo, que incluya la renovación de los servicios básicos de abastecimiento de agua, saneamiento y recogida de pluviales.
El proyecto se ceñirá al ámbito de actuación, que tomando como epicentro la zona de la fuente y el lavadero, coge también parte de las calles que allí confluyen: Rúa Vilaboa, Veiga de Abaixo y Travesía da Fonte. La superficie total afectada por el proyecto suma 2.750 metros cuadrados.
El objetivo de la actuación a realizar es la humanización de esta zona de Vilaboa, aunque no supondrá la retirada del tráfico rodado, ya que los vehículos seguirán circulando por esta calle aunque de una forma más controlada, explican desde Ravella.
Según determinan desde el departamento que dirige la socialista Paola María, el proyecto deberá proponer una solución estética para el lugar que, en lo que al pavimento se refiere, podrá combinar zonas de enlosado con otras de hormigón o incluso de asfalto, dependiendo de su uso. Prestará especial atención a los elementos patrimoniales de la fuente y el lavadero, que serán objetivo de una puesta en valor. La actuación se completará con la instalación de alumbrado público, mobiliario urbano y de ajardinamiento y con la correspondiente señalización horizontal y vertical.
Por el momento, y hasta que esté listo el proyecto, el gobierno no puede determinar el presupuesto que se destinará a esta actuación. En cuanto se disponga del diseño, desde el ejecutivo que preside el socialista Alberto Varela se pondrán en marcha los mecanismos necesarios para financiar la actuación, ya sea mediante fondos propios o a través de planes y subvenciones de otras administraciones. El siguiente paso, inciden desde Ravella, será sacarla a licitación.