Parece una escena sacada de una serie de televisión, pero ocurrió en A Illa en marzo de 2020 con dos vecinos como protagonistas. Al parecer todo empezó sobre las cuatro de la madrugada en un pub de una céntrica plaza de la localidad en el que tanto víctima como agresor coincidieron. Sería más tarde cuando ambos se desplazaron en vehículo hasta el edificio de Usos Náuticos, ubicado en la zona de la playa de O Bao. Allí, y según el escrito de la Fiscalía, se subieron a la parte más alta de la estructura. Fue entonces cuando uno de ellos le pidió al otro que se quitase la mochila-bandolera que llevaba encima y, justo a continuación, lo agarró aprovechando su superioridad física para tirarlo al vacío desde una altura aproximada de ocho metros. La víctima impactó contra el suelo de hormigón y fue abandonado a su suerte por el agresor. Tras perpetrar tal acción -según el fiscal con el claro objetivo de “acabar con la vida” del agredido- el autor de los hechos se llevó las pertenencias del agredido y las arrojó por el camino a una zona en la que días después serían encontradas por una mariscadora.
A raíz de la brutal caída la víctima -mariscador de profesión- sufrió importantes daños físicos y también psíquicos. En primera instancia fue trasladado al Complejo Hospitalario de Montecelo, en Pontevedra, en donde estuvo ingresado durante casi dos meses. Allí, y según se especifica en el escrito de Fiscalía, fue sometido a diferentes intervenciones quirúrgicas para intentar paliar las lesiones que tenía. Su alta definitiva y tras un periplo de casi un año por hospitales y diferentes áreas especializadas no llegaría hasta casi un año más tarde, en marzo de este 2021.
Según el escrito de la Fiscalía las secuelas que le quedaron a la víctima son “importantes” sumadas a los perjuicios morales. De hecho durante meses el agredido tuvo que utilizar silla de ruedas y muletas para garantizar su movilidad.
Tras los hechos fue el Juzgado de Instrucción número 2 de Cambados el que el 11 de marzo de 2020 ordenó el ingreso en prisión del agresor sin fianza. La decisión fue apelada por la defensa y desestimada en más de una ocasión.
Los hechos delitivos será juzgada el próximo martes a las 10:15 horas en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra. El fiscal pide una pena de 11 años de prisión para el agresor por un delito de asesinato en grado de tentativa. Además se solicita el pago de una indemnización de 134.283 euros a la víctima por los daños ocasionados.
Y hay más, será en el juicio oral en donde se determinará la cantidad que el acusado debe pagar al Sergas por los gastos médicos derivados de la atención a la víctima.