La tensión en el frente, el abierto entre los socios de Gobierno por la inhabilitación de Rodríguez parece no haber ido a más ayer, y, desde filas de Unidas Podemos, parecen haber olvidado sus acusaciones de prevaricación contra la presidenta del Congreso y ahora solo se apunta a los magistrados del Tribunal Supremo, sin mencionar ayer a Meritxell Batet, que fue defendida de manera férrea por el PSOE ante su “escrupuloso” cumplimiento de la ley.
Rodríguez anunció ayer que abandona la militancia en Podemos. A su llegada al aeropuerto de Tenerife Norte, donde fue recibido por más de un centenar de personas al grito de “Justicia” y “Todas somos Alberto”, Rodríguez indicó que “uno debe saber cerrar ciclos” y dará paso a “otro momento personal”.
Crónica de una infamia
Rodríguez consideró su sentencia por agresión a un agente policial en una manifestación en La Laguna antes de ser diputado como “un ataque a la democracia” y “la crónica de una infamia”.
Añadió que “por supuesto” recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si no encuentra cobertura en el sistema español.
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha sido uno de los primeros en arropar a Batet y señalar “el cumplimiento escrupuloso de la ley” para dicho proceso, además lanzó un mensaje a UP: “las sentencias se recurren pero no se incumplen”.
También se refirió a la disputa la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien abogó por “no judicializar la vida política” y se declaró “contraria” respecto de la querella de Podemos.
Ayer en las filas de Podemos no se hicieron referencias a Batet, pero si a la Justicia, cuando el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, entre otros dirigentes, puso en valor la “firmeza” de su partido en defender los derechos aunque “nos persigan, nos acosen, nos difamen y nos roben ilegalmente escaños”.
Incluso el líder de IU, partido en coalición con Podemos, y ministro de Consumo, Alberto Garzón, quiso desmarcar a UP de la querella y matizó que se trata de una iniciativa solo “a título personal” de Rodríguez.
“Es natural que el afectado haya pensado iniciar las acciones legales que sus asesores jurídicos consideren oportunas. Se trata de una acción jurídica a título personal por parte de alguien que está indignado por este proceso que no debía haberse producido”, explicó Garzón.
Victoria reaccionaria
En un sentido similar se pronunció el diputado de En Comú, Joan Mena, que instó a Batet, a que “rectifique” y devuelva el escaño a Alberto Rodríguez, para evitar que “gane la parte más reaccionaria del Estado”. A su entender, “Batet se ha equivocado y debería rectificar esta decisión”, para evitar que “vuelvan a ganar los que defienden una España más reaccionaria”.
Por su parte, la portavoz de JxCat en el Congreso, Míriam Nogueras, recordó a los comunes que, tanto ellos como Podemos, “miraron a otro lado” cuando la justicia retiró el escaño a los presos independentistas” .
“La gente de Podemos, de los comunes, ¿dónde estaba cundo en 2017 Marchena hizo retirar el acta a Francesc Homs? Estaban mirando hacia otro lado, inmersos en su guerra para destruir nuestro espacio, y anestesiando al independentismo”, acusó.
Ante esta situación, el PP consideró que la formación morada generó en España “una crisis constitucional sin precedentes”, al tiempo que exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que frene esa crisis.
La portavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, dijo que Belarra “tendría que estar ya desde el viernes fuera del Gobierno de España”.
“No puede estar ni un minuto más sentada en el Consejo de Ministros una ministra como Belarra, que acusa directamente al poder judicial, al Tribunal Supremo, de cometer un delito”, ha sostenido y anunció que el PP impulsará medidas parlamentarias para reprobarla.