A punto de llegar al primer cuarto de competición, disputadas ya ocho jornadas, el Arosa sigue fuera de puestos de descenso pese a caer en cuatro de sus últimos cinco partidos. Las diferencias en la parte media baja son mínimas y la igualdad sigue siendo la tónica desde que empezó la competición en el grupo I de Segunda RFEF.
En sus dos últimas salidas a los campos de los dos primeros clasificados, Unión Adarve y Real Avilés, el Arosa cayó por 2-1 en encuentros matinales en los que dejó buenas sensaciones. Pero como explicó Jorge Otero al final del partido el domingo en el Suárez Puerta “las sensaciones no suman y necesitamos puntos”.
Los números indican que en estos primeros ocho partidos el Arosa puntuó cuando fue capaz de dejar su portería a cero. Ganó por la mínima al Arenteiro y al Navalcarnero en casa (1-0) y a domicilio ante el Marino (0-2). Además empató sin goles en A Lomba ante la UD LLanera (0-0). Los otros cuatro encuentros en los que encajó se saldaron con derrotas. En esos cuatro tropiezos el equipo de Jorge Otero dio la cara, pero siempre “pequeños detalles” desnilevaron la balanza en favor de sus oponentes.
Tanto ante la Segoviana (2-0) como ante el Coruxo (0-1) el Arosa no fue capaz de reaccionar por debajo en el marcador. El domingo en Avilés consiguió nivelar por primera vez una situación adversa, cuando Luismi hizo el 1-1 poco después de que marcasen los locales. Pero una acción a balón parado en la segunda parte, al igual que ante el líder, condenó al equipo de Vilagarcía. Cierto es que el Avilés ya había generado suficientes ocasiones antes de ese gol a la salida de un córner para marcar. El Arosa no tuvo ideas ni energía para generar ocasiones en el tramo final, cuando obligado por el marcador tuvo que irse hacia arriba.
El Arosa no es el único equipo de la competición que no es capaz de puntuar si encaja gol. También le ocurre de momento a Salamanca, Navalcarnero y Ceares.
El próximo domingo (17 horas) en la Nueva Balastera ante el Palencia Cristo Atlético tratará de echar el cerrojo para sumar ante un rival directo. En caso de encajar tendrá que romper la curiosa estadística que le persigue en estos primeros meses de Segunda RFEF, ya que otra derrota sería afianzar una mala dinámica y entrar en zona roja.
En el club están pendientes estos días de la evolución de las molestias musculares que sufrió Alberto Martín y que le obligaron a pedir el cambio el domingo. El jugador extremeño, que ha jugado todos los partidos desde que llegó, decía al final del partido en Avilés que no parecía una lesión grave y que pidió el cambio por precaución “para que no fuera a más”.