Una vez más, y en esta ocasión por carta, la Diputación de Pontevedra insta a la Xunta de Galicia a que asuma la titularidad de la carretera que une Catoira con la parroquia caldense de Carracedo. La administración provincial se apoya en un compromiso de transferencia adquirido en el año 2010 y que, recuerdan desde la Diputación, “leva 11 anos paralizado”. El organismo que preside Carmela Silva hace referencia a que esta es una carretera que absorbe un importante volumen de tráfico que circula entre dos vías de alta capacidad como son la Autovía do Barbanza y la AP-9.
Además recuerdan que no solo existe ese acuerdo de 2010, sino que hubo incluso otro posterior en el año 2016 en un acto público en el viaducto sobre la Ría en el que estaban presentes presidentes de las diputaciones de A Coruña y Pontevedra y alcaldes de Catoira y Rianxo.
La carretera tiene una longitud de 10,2 kilómetros y en el acuerdo promovido en el año 2010 se contempla la transferencia completa atendiendo a su carácter interprovincial y al hecho de que asume en torno a 8.000 vehículos al día, sobre todo en el tramo que deriva directamente en la Autopista.
De hecho la Diputación sugiere a la Xunta de Galicia en su misiva que este vial pueda pasar -una vez ejecutada la transferencia-en una vía de alta capacidad que enlace la Autovía do Barbanza con la Autopista do Atlántico. Cabe recordar que hace años que existe la intención de realizar no solo entrada y salida de la Autopista en Carracedo, sino una rotonda que mejore de hecho la seguridad vial a su salida en ese transitado vial.
En la carta la Diputación asume su parte con respecto a la red de infraestructuras viarias en virtud del citado acuerdo de 2010. Así se compromete a gestionar la titularidad de un total de 10 carreteras autonómicas que, por su carácter secundario, encajan más en la red provincial. Son el caso de la carretera de Portela, en Cuntis; la citada de Catoira a Carracedo; la del Alto do Cordeiro en Valga o la de Deiro-Tremoedo en el concello de Vilanova.