A escasas horas de que se retirasen las vallas para dar por finalizada la obra de humanización, la calle Camilo José Cela -en el barrio de O Piñeiriño- se inundó por completo. Fue el jueves a última hora de la tarde tras la gran tromba de agua que cayó sobre Vilagarcía, pero no era la primera vez que ocurría. Propietarios de locales comerciales de la zona apuntan a que “xa pasou o pasado mes de agosto cando nunca na vida chegou a agua a dentro dos establecementos”. Y es que cabe recordar que hace meses que el Concello de Vilagarcía -con cargo a fondos de la Diputación Provincial- apostó por reformular y limpiar la imagen de la principal arteria viaria de O Piñeiriño. Sin embargo el jueves ya se pudieron comprobar las carencias con las que arranca esta peatonalización. “As alcantarillas botaron por fóra e botaron de todo. Toalliñas, compresas, de todo... cando se supón que non eran alcantarillas de fecais, senón de pluviais, daí que non entendamos nada”, explica un afectado de un local justo ubicado en la calle. Ayer mismo presentaba una queja en Ravella advirtiendo de que el agua se había colado en su local “e para deixar evidencia do que pasou ante o meu seguro”.
Otro afectado indica que “unha cousa é que estea chovendo de forma descontrolada durante meses, pero nin así. Pero xa pasou no verán e nós non estamos baixo o nivel do mar para que pase isto”.
Las vallas que marcaban la obra se retiraron ayer, por lo que el vial ha quedado ya despejado de cualquier resto de obra activa
La cuestión es que la apertura del vial se produjo ayer por la tarde no ajena a la controversia. A pie de calle -bien iluminada y con los obreros dando los últimos retoques bajo una lluvia considerable- estaban los vecinos de la zona. Habían sido avisados -al igual que los medios de comunicación- de que la presidenta de la Diputación iba a inaugurar la calle. Finalmente no fue así. “No nos avisaron. Yo soy la presidenta de la asociación de vecinos y me dijeron que venían hoy y de repente no aparece nadie”, manifestaban visiblemente enfadada. “Es una falta de respeto tenernos aquí esperando”, insistió.
Las opiniones sobre cómo ha quedado la calle las hay para todos los gustos. Ayer por la tarde se retiraban las vallas y muchos aplaudían la buena iluminación con la que cuenta ahora la zona. “Está muy bonita”, indicaban. Otros señalaban hacia los maceteros y fuentes que hay justo en el centro. “Por onde pasan os peóns cando os bares colocan as cadeiras e as mesas na beirarrúa se está todo isto polo medio? Non se supón que ía ser unha rúa para os peóns?”.
Lo que sí está claro es que la calle Camilo José Cela está lista y se suma a las obras de humanización ejecutadas este mandato por el gobierno Varela.