El traslado de las naves del muelle de O Ramal parece ahora un objetivo más cercano después de años de cartas cruzadas entre Puerto y Concello sin llegar a un punto de encuentro. Los técnicos de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía trabajan ya en la modificación del Plan Especial que, a priori, es el único paso que se debe dar para cambiar las naves de lugar. En una reunión mantenida recientemente entre el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, el presidente del Puerto, José Manuel Cores Tourís, y responsables de Urbanismo de la Xunta se determinó que no será necesaria la modificación puntual del Plan Xeral de Ordenación Municipal para hacer posible el traslado a Comboa. Basta, como ayer resaltaron los dos responsables políticos, con hacer cambios en el Plan Especial del Puerto. Eso sí, una vez que culmine la revisión del PXOM deberán costar también esas modificaciones, dado que lo que figura actualmente es una lámina de agua, algo que no se corresponde con la realidad. Se zanja así una polémica que se arrastra desde hace años y que se volvió mucho más virulenta cuando Sagrario Franco estaba al frente de la Autoridad Portuaria. En aquel momento se entendía que solo la modificación puntual del PXOM posibilitaría el traslado de las naves que todavía operan en O Ramal y, posteriormente, la liberación del mismo. Ahora los trámites parecen mucho más fáciles.
Cores Tourís indicó que tanto Puerto como Concello tienen interés en que O Ramal quede libre cuanto antes tanto por terminar con las barreras existentes como para poner en marcha la estación marítima para la recepción de, entre otras cuestiones, los cruceros. Cabe recordar que el Concello ya tiene liberados los fondos para formalizar la compra de la parcela que hay pegada justo a ese muelle y que su intención es apostar por una zona de ocio y esparcimiento para ese enclave una vez esté limpio de construcciones.
Eso sí, ni Alberto Varela ni José Manuel Cores Tourís se atrevieron a hablar de plazos, dado que se trata de procesos técnicos y administrativos que llevan su tiempo. “Será canto antes porque é o que a todos nos interesa”, explicaron ambos.
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, prevé que la demolición del edificio de la Comandancia pueda llevarse a cabo en los primeros meses del próximo año 2022. Tras la firma del convenio de concesión de la parcela con el Puerto el gobierno local tiene ahora vía libre para proceder al derrumbamiento de un inmueble que no se adapta a las condiciones que se requieren para el futuro centro de salud. De momento las instalaciones están siendo usadas -previsiblemente así será hasta finales de este año- como centro de vacunación masiva para poder administrar la tercera dosis de la vacuna contra el covid. Una vez pase eso deberán sacarse a licitación los trabajos de derrumbe, dado que estos superarán sí o sí los 50.000 euros. Cuando se adjudiquen las obras ya se podrá proceder a su ejecución. El primer edil socialista explicó ayer que en los próximos días se firmará también el convenio de colaboración con la Consellería de Sanidade para formalizar ya sobre el papel el proyecto del futuro centro de salud. Después de la firma del convenio el alcalde insistió en que el canon de 50.000 euros que el Concello debe pagar al Puerto solo será mientras no se desafecten los terrenos. Un trámite administrativo que, espera el primer edil, esté solventado en un plazo máximo de dos años. Será entonces cuando el terreno pasará ya definitivamente a propiedad municipal. El regidor socialista se mostró muy satisfecho por el resultado de las negociaciones con el Puerto al entender que “por fin imos ter o centro de saúde que merecemos”.