Ya lo decían nuestras abuelas: “Neniño, como na casa, en ningún sitio”. Y eso, probablemente, es lo que piense el casi 10% de la población coruñesa que estudia o trabaja desde la comodidad de su hogar. En estos días de invierno, trabajar sin salir a la intemperie y sin mojarse de camino es un plus. Pero, reconozcámoslo, algo se pierde sin los cuchicheos y la pausa del café. No es lo mismo.