Un corazón que late blanquiazul

Un corazón que late blanquiazul
Lucas Pérez / AEC

El inicio del cuento de Lucas no fue fácil, y buena cuenta de ello puede dar la valla que recibió la mezcla de rabia y alegría tras aquel primer gol al Valencia. El nudo tampoco fue fácil, con idas y venidas de por medio. Y para el desenlace, nos vamos a quedar con las perdices: el regreso a casa, renunciando a todo, para devolver la alegría a miles de corazones blanquiazules. Gracias, Neno.

Un corazón que late blanquiazul

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