Una familia de jabalíes se ha quedado a vivir en el monte de A Toxa con todo lo que eso conlleva cuando los animalitos tienen hambre y no distinguen entre lo público y lo privado. Lo peor de todo es que en días pasados atacaron a al menos dos personas y eso supone ya un peligro, por lo que la Xunta ya actuó colocando trampas con cámaras en la zona por la que merodean para tratar de capturar a estos cochinos salvajes.