No es por fardar, pero que Santiago, templo de la fiesta universitaria, pierda el puesto en favor de A Coruña es como para contarlo. El éxodo de estudiantes coruñeses los jueves por la noche rumbo a Compostela es cosa del pasado. Ahora el camino se hace a la inversa. El dicho popular lo dejaba bien claro: Santiago estudia y Coruña se divierte.