Las duras declaraciones de los patrones mayores de la Ría sobre el libre marisqueo no cogen de sorpresa a nadie, tampoco a la Consellería do Mar. La agonía -lenta, pero constante- empezó hace años y deja un futuro a corto plazo muy incierto para el sector y para las miles de familias en Arousa que dependen del producto como principal sustento.