Lo malo de que el mejor amigo del señor que vive ahora en la Casa Blanca tenga uno de los altavoces más potentes del planeta es que no nos queda más remedio que tragarnos sus mensajes. Y como se ve que a Elon Musk le va lo de conquistar territorios (hasta el infinito y más allá), hace campaña en X para que en Europa triunfe la extrema derecha. Pueden echarse a temblar cuando quieran.