La fuerte irrupción de la gimnasia rítmica en la vida de las niñas y niños llevó a Ángela a impulsar la creación de un club en Vilanova de Arousa, después de ofrecer clases en los distintos colegios del concello de Vilanova, y ver que tanto los niños como los padres tenían una especial inquietud por dicho deporte.
Por aquel entonces, la ahora directiva del Club Arabesque se encontraba unida al Grand Jeté, el club de gimnasia rítmica de la localidad de Cambados, con el cual acudía a las competiciones con aquellas alumnas interesadas.
“Vimos que había niñas que querían competir y a algunos padres se les hacía pesado el tener que ir hasta Cambados, entonces fue cuando hablamos con el Concello de Vilanova y le planteamos la posibilidad de crear un club. Desde el primer momento nos abrieron las puertas encantados, y de momento va bien”, comenta Ángela, presidenta de Arabesque.
Ahora mismo, las gimnastas del club de Vilanova entrenan tres días a la semana en el Pabellón de Viñagrande, en Deiro. “Entrenábamos en un montón de coles de toda Galicia, entonces cuando alguna gimnasta quería competir, veníamos al club de Cambados que era en el que estábamos todas las profes hasta este momento”, cuenta.
En este caso, el arranque no fue difícil, ya que Arabesque contaba con el apoyo del Grand Jeté, que siempre les tendió la mano, dispuestos a todo. El club, que a penas tiene unos meses de vida, ya cuenta con más de una quincena de gimnastas en competición, a las que se suman las 50 alumnas y alumnos en las escuelas.
“Teníamos un poco de base, no partíamos de cero, y además había un interés general por la creación de un club. A los padres y madres les gusta más ir a competir por el concello en el que viven”, comenta la presidenta. Las gimnastas se encuentran totalmente volcadas, demostrando ya en el pasado festival de diciembre que tienen una gran ilusión por el proyecto.
Cada vez nacen más clubes de gimnasia rítmica, no solo a nivel comarcal, si no incluso a nivel autonómico y nacional, ante el gran auge que se encuentra viviendo dicho deporte. “Cada vez hay más niñas y se nota un montón. No sé cuál puede ser el motivo, pero supongo que ver cómo gimnastas llegan a las olimpiadas, por ejemplo, puede influir”, señala la presidenta de Arabesque.
En Arabesque, la media de edad se sitúa entre los seis y los quince años, con expectativas de seguir creciendo poco a poco y “formar familia”. “Para nosotras es un deporte súper injusto y lo importante es inculcar a las niñas que se lo pasen bien y que disfruten, porque a veces puede ser frustrante llegar a las competiciones y ver ciertas injusticias influye. Quizás las más pequeñas no se dan cuenta, pero las mayores sí, y en su cabeza tienen aspiraciones altas”, señala.