El Juventud Cambados recibió en casa al Atlético Arnoia, el undécimo clasificado. Un partido en el que los locales comenzaron perdiendo por 0-1, pero en el que consiguieron levantar el marcador y finalizar el encuentro de la jornada número 25 con un 3-1. Un resultado que deja a los de Pénjamo un buen sabor de boca, sobre todo después de los últimos dos empates del conjunto cambadés.
El inicio no estuvo determinado por una excesiva presión de los visitantes, si no por las condiciones climatológicas, concretamente por el viento. “El partido estuvo condicionado por el viento y porque ellos empezaron a buscar el juego directo con sus delanteros”, destaca Pénjamo.
La estrategia del Atlético Arnoia pasaba por recuperar rápido el balón en las pérdidas y poder salir al contragolpe, para romper así los esquemas de la zaga cambadesa. Por el contrario, los de Pénjamo buscaban encontrar espacios en el campo rival, para poder circular con el balón y romper sus líneas defensivas. “No tuvimos ocasiones de peligro claras, salvo un disparo de Edi”, señala Pénjamo.
Ya en los últimos minutos de la primera parte, el Arnoia logra llegar al ataque y hacen un gol gracias a un centro al área que materializa Rubén Arce. Tras el descanso, el resultado para los locales seguía siendo desfavorable con el 0-1 en el marcador. Una situación que buscaron revertir rapidamente. “En el inicio de segunda parte tenemos dos situaciones un remate de Fran que se encuentra con el palo, un disparo de Manu que saca muy bien el portero con una estirada”, destaca Pénjamo.
Acto seguido, el Cambados logra el empate gracias a un penalti que materializa Jacobo, y además, el Arnoia se queda en inferioridad numérica. Los visitantes reaccionarían reforzando su parte defensiva y buscando transitar golpeos largos al espacio. Los locales consiguen gracias a Juan Rial el 2-1 en un remate. El último gol lo firmaría Manu Cabrera frente al portero de la zaga rival.