El Juventud Cambados suma un punto frente al Valladares tras empatar a uno en A Gándara. Lo sorprendente fue el primer gol de los de Pénjamo, en el saque inicial. Jacobo, no se lo piensa dos veces y al iniciar el encuentro, tira directamente a la portería rival, anotando así un gol que dejaría a todos con la boca abierta.
Un inicio de película para un Cambados que acabaría sufriendo la habilidad de los extremos del Valladares. “Sus situaciones de ataque llegaban tras llevar el balón fuera”, destaca Pénjamo, entranador de la zaga visitante.
La primera mitad estuvo marcada por las situaciones a balón parado, en las que los visitantes no terminaban de sentirse cómodos del todo. A pesar de esto, las línes defensivas de la zaga cambadesa se mantenían realizando un buen trabajo, logrando evitar un remate de Coira que podría haber influído mucho en el resultado del partido. “En la segunda parte fuimos poco precisos. En una situación de balón parado en posición dudosa nos hacen el empate, posición dudosa porque el jugador que remata esta por detrás de nuestro portero tras este salir a despejar y caer el rechace luego hacia nuestra portería donde solo había un defensor nuestro, pero es complicado”, recalca.
Tras el empate, los locales seguían insistiendo en que los balones llegasen rapidamente a sus extremos, para generar así situaciones de uno contra uno, y obligando a los visitantes a juntar todas sus fuerzas en las líneas defensivas.