David Paredes Martínez (Vilagarcía, 5 de enero de 1982) logró este fin de semana con el Racing de Santander el ascenso a Segunda División A tras una gran temporada como ayudante de Guillermo Fernández Romo. “Duvi” se abre paso de esta forma hacia el fútbol profesional cerrando el círculo que inició hace 15 años junto al entrenador madrileño en la cantera del Pontevedra. Horas después de celebrar la gesta tras una increíble segunda vuelta en la que superaron en el mano al RC Deportivo, el vilagarciano analiza lo sucedido con la voz aún algo quebrada.
¿Qué tal la resaca tras la fiesta del ascenso?
(Risas) Fue un día largo al jugar a las 12 de la mañana, ya que a las 9 de la mañana de hoy (por ayer lunes) ya estábamos citados en las instalaciones Nando Yosu para desayunar.
¿Qué sintió?
Fue como una liberación. La ciudad se preparó el domingo para intentar vivir un ascenso y había más de veintidós mil personas en el Sardinero, teníamos mucha responsabilidad por no defraudarlos y salió bien. Ahora estoy tranquilo.
Cuando se anunció en mayo su fichaje como ayudante de Guillermo Fernández Romo, ¿se imaginaba estar en este contexto un año después?
Claro que intentaba imaginármelo. Sabíamos que teníamos que afrontar un reto mayúsculo porque todos sabemos lo que significa el Racing Club de Santander. Era una responsabilidad grande, pero me sentía preparado, ilusionado y muy motivado. Poder afrontarlo con Guillermo, que es un grandísimo técnico, era una oportunidad que no podía desaprovechar.
El Racing estuvo toda la primera vuelta por detrás del Deportivo en la tabla. De hecho a finales de enero la desventaja todavía era de 6 puntos. ¿Qué fue lo que ocurrió para que consiguieran voltear la situación con esa espectacular racha de ocho victorias seguidas?
Nosotros siempre estuvimos tranquilos. El míster siempre repitió en las ruedas de prensa la palabra proceso. Éramos un equipo con mucha gente nueva, se necesita tiempo para que todo funcione como uno quiere. El momento más complicado sin duda fue la eliminación de la Copa en casa ante el Leioa, un equipo que está dos categorías más abajo. Fue un palo muy grande, pero de ese momento complejo el grupo supo sacar el lado positivo y a partir de ahí el equipo dio un paso adelante.
¿Cómo ha sido su trabajo en lo personal?
Pues con mucha discreción, intentando aportar todo lo que se me pide y también intentando ayudar muchísimo al míster y a los futbolistas, no solamente en fútbol, también en otras cosas.
¿Ya le conoce toda la ciudad?
Sigo pasando desapercibido (risas).
La temporada pasada ya fue analista de Romo en el Cornellá, cuando eliminaron al Atlético de Madrid en la Copa del Rey, juntos ahora han dado un paso más allá con este ascenso...
Con Guillermo me une un vínculo personal muy grande, y después como profesional desde que pude trabajar con él en el Pontevedra ya dejaba entrever lo magnífico entrenador que es. Esto hay que disfrutarlo y pensar también en acabar la temporada dominando todos los registros que podamos, como ser el equipo máximo goleador, el menos goleado...Bueno, todo este tipo de ítems y mini retos que nos podemos poner. Y pensar también en el partido por el título de Primera RFEF con el campeón del otro grupo.
¿Cuánto le está ayudando a crecer como técnico esta temporada en Santander?
No hago ese enfoque. Para mí lo más importante de esta temporada fue salir de casa, dejar Vilagarcía para irme con la familia era mucha responsabilidad. Era dar un paso importante, mover a mi mujer y dos niños, era inevitable sentir una responsabilidad grande sobre mis hombros. Pero todo ha salido bien tanto en lo personal como en lo profesional.
¿Ha recibido muchas felicitaciones desde Arousa en las últimas horas?
Uff, muchísimas. Nunca tuve tantos mensajes en el teléfono móvil. Es algo que se valora mucho cuando uno está fuera de casa.
¿Sigue mucho al Arosa desde la distancia?
Claro, y al San Martín también. Ojalá el Arosa consiga la permanencia, sería muy importante para el club y sobre todo para la ciudad. Y espero que el San Martín ascienda.
Y para el año en Segunda A...
Veremos que pasa. Tenemos otro año firmado pero ya sabemos que en el fútbol puede pasar de todo. Esperemos que así sea.
No podemos cerrar la charla sin que me hable de Pablo Torre. ¿Es tan bueno cómo parece?
Es mejor y lo será aún más.