El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, que cumple este domingo diez años como presidente del organismo provincial, opina que "el futuro está aún por escribir, pero ahí está el legado de este tiempo".
En un comunicado con motivo de ese aniversario, Baltar, dirigente del PP, considera que aún tiene varios retos por delante como las próximas citas electorales, y reivindica los "hitos conseguidos".
Hijo del también dirigente del PP por Ourense José Luis Baltar, un controvertido político que ejerció un control sobre la Diputación y fue condenado por prevaricación, Manuel Baltar presume en cambio de que está ahora al frente de una institución "transparente" y "motor de la exigencia" gracias al "grandísimo equipo" que le acompaña.
"Jugamos con las cartas boca arriba para que los vecinos vean no sólo esa transparencia sino también el rigor y los objetivos", proclama Baltar, quien reivindica entre sus valores lo que denomina el "trabajo en red".
Entre los proyectos pendientes, destaca el desarrollo de un plan denominado "Ourense provincia termal" que prevé la construcción de un hotel balneario y la inclusión de la comarca de la Ribeira Sacra en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
A estos proyectos se suma, ha dicho, la construcción de un nuevo parque acuático en Monterrei que "será una referencia del noroeste peninsular" y la instalación de la Casa de la Lusofonía.
Baltar considera que Ourense debe aprovechar el potencial de ser la única ciudad gallega de momento a la que llega el AVE, tras la reciente puesta en servicio del nuevo trazado de alta velocidad ferroviaria entre Galicia y Madrid.