El aeropuerto de Saná reabrió este lunes para vuelos comerciales con su primera conexión aérea desde 2016 con rumbo a Amán, una de las condiciones de los rebeldes chiíes hutíes para participar en conversaciones de paz con el fin de acabar con la guerra que ha provocado la peor catástrofe humanitaria del planeta.
Un avión de la compañía aérea Yemen Airways despegó esta mañana desde la capital yemení, controlada por los rebeldes, con 137 pasajeros a bordo rumbo a Amán, indicó a los medios el subsecretario de la Autoridad de Aviación Civil controlada por los hutíes en el Yemen, Raed Taleb, desde el aeropuerto de Saná.
Desde Amán, volverán 61 pasajeros a Saná a lo largo de esta jornada, afirmó el responsable hutí.
De acuerdo al canal yemení Al Masira, que actúa como portavoz de los rebeldes, la gran mayoría de los pasajeros son personas que necesitan tratamiento en hospitales.
Este primer vuelo comercial es parte de la tregua de dos meses auspiciada por la ONU que el Gobierno yemení reconocido internacionalmente y los hutíes acordaron el mes pasado.
Esta operación estaba prevista realizarse el pasado 24 de abril pero se retrasó por una disputa por los pasaportes emitidos por los hutíes, que finalmente se resolvió.
La reanudación de los vuelos comerciales desde el aeropuerto de Saná es también una de las condiciones de los rebeldes chiíes hutíes, respaldados por Irán, para participar en conversaciones de paz en medio de la tregua.
Desde agosto de 2016, de ese aeropuerto solo han salido o entrado vuelos de Naciones Unidas o de organismos de ayuda internacional después de que la coalición militar liderada por Arabia Saudí, que controla el espacio aéreo en el Yemen, cerrara el aeropuerto para vuelos comerciales.