Las escuelas unitarias, extensión de los hogares para el alumnado de Arousa

En la Ría hay una decena de centros con una sola unidad educativa y cinco colegios rurales agrupados (CRA)
Las escuelas unitarias, extensión de los hogares para el alumnado de Arousa
Alumnado de la CRA de Rianxo trabajando en proyectos sensoriales | CRA DE RIANXO

La fijación de población es uno de los retos compartidos por muchos municipios, especialmente, en el rural. Aquí juega un papel importante la mejora de las infraestructuras, pero también la modernización y la dotación de servicios para evitar el despoblamiento de estos núcleos o alentar a aquellos que se han ido a regresar. Y en esta revitalización del rural es importante poner el foco en la educación.


En las parroquias de los distintos ayuntamientos se suceden las conocidas como unitarias, escuelas de educación infantil que, en ocasiones, adquieren la forma de colegios rurales agrupados (CRA) impartiendo también clase a los primeros ciclos de primaria. Según datos facilitados por la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades e Formación Profesional, en el ámbito territorial de Arousa, hay un total de 132 alumnos escolarizados en 12 escuelas educación infantil y un centro de educación infantil y primaria con una sola unidad repartidos entre A Pobra do Caramiñal, Boiro, Catoira, Portas, Moraña, Vilagarcía de Arousa, Sanxenxo y Cambados. Además, 302 escolares asisten a clases en las cinco CRA que se hallan distribuidas entre Rianxo, Valga, Meis, Ribadumia y Caldas de Reis.


Desde la Xunta de Galicia apuntan que lo habitual es que estos centros de enseñanza funcionen con un mínimo de seis alumnos, pero ‘’en calquera caso, este curso, e a pesar de ter una matrícula inferior a 6 alumnos, a Xunta decidiu manter en funcionamento varios centros educativos debido a aspectos como prever un incremento de estudantes nos próximos cursos’’, según fuentes de la Adiministración autonómica.

 

La EEI de Lamas, en el límite
Pero hay escuelas que se encuentran en el límite. Es el caso de la EEI de Lamas, en Moraña, que cuenta actualmente con seis alumnos con edades de tres, cuatro y cinco años, pero el próximo curso se van cuatro y, de momento, tan solo hay dos matrículas nuevas, por lo que la supervivencia de esta escuela está en el aire. Si bien hace años hubo hasta cinco unitarias en Moraña, actualmente se cifran en tres. Noelia Barrio, profesora de Lamas, destaca que no acuden únicamente niños y niñas del entorno rural, sino que también hay quien, a pesar de vivir en el centro urbano del municipio, apuesta por llevar a sus hijos allí.


Paula Calvo es madre de Ana, de  cinco años, escolar de Lamas que acaba su estancia educativa este curso. A pesar de vivir en el centro morañés, decidió matricular a su hija en Lamas debido a la buena experiencia vivida en el pasado con su hijo mayor, por lo que ‘’cando tiven esta pequerecha non o dubidei’’ y apostó nuevamente por su modelo educativo centrado, actualmente, en proyectos con fuerte presencia del entorno, de la naturaleza, fomentando la psicomotricidad a través de actividades manipulativas.


Y, tanto la parte docente como la de las familias, subrayan el contacto diario y directo, además de la fuerte implicación de los padres en la vida académica más allá de las tareas para casa, asistiendo también a las propuestas que lanzan desde el colegio, como por ejemplo, talleres. Es decir, escuela y domicilio no constituyen dos espacios completamente diferenciados, sino que la unitaria es una extensión de los hogares. A juicio de Paula, dejar a su hija allí ‘’é como se a deixara na casa con miña nai’’ por la tranquilidad que le ofrece, además que saber que si, por ejemplo, se mancha, no tiene que abandonar su puesto de trabajo, sino que la profesora ya tiene mudas o, debido a las alergias que padece, sabe que se lleva un exhaustivo control.


Asimismo, observan que, al estar en una misma clase, se produce una retroalimentación entre las diferentes edades: los pequeños ponen mucho esfuerzo en alcanzar el nivel de los mayores y, éstos, a su vez, adquieren más madurez al sentir que tienen el deber de cuidar a los menores. Se agilizan, por tanto, el proceso de aprendizaje y el nivel de responsabilidad. 
La comunidad educativa hace, por tanto, un llamamiento para que la EEI de Lamas no eche el cierre. A pesar de que Ana ya tendrá que formarse en otro lugar el próximo año académico ‘’a miña nena está preocupada por se cerran o seu cole. Desvívese por el’’, en palabras de su madre. Una preocupación que se extiende al resto de pequeños que temen no poder seguir allí. Y es que, este vínculo especial con sus coles, lo desarrollan muchos pequeños.

 

La EEI de Lamas hace llamamiento para que se incrementen las matrículas

Si bien en las unitarias de A Granxa y de Vilar-Bamio, así como en el CRA de Rianxo, la tendencia para el futuro es que se mantenga el número de matrículas, aunque con ligeras fluctuaciones, es bien distinta la situación de la EEI de Lamas que se encuentra en el límite, con seis alumnos en el curso actual y sin saber aún a ciencia cierta lo que pasará en el año académico 2025-2026. Lo que sí tienen claro es que quieren esta escuela mantenga abierta sus puertas, con los pequeños correteando por los alrededores y sus voces inundando el espacio. Por ello, el ámbito docente y familiar, pero también los propios alumnos hacen un llamamiento para que realicen más matrículas, ya que se irán cuatro niños y solo hay dos nuevas incorporaciones. No solo acude alumnado del entorno, también del centro morañés que opta por su modelo educativo y la comunidad que se genera. Hace un tiempo hubo hasta cinco unitarias en Moraña y, actualmente, quedan otras dos junto a la de Lamas: San Lourenzo y Amil.

 

EEI da Granxa
Los escolares de la EEI de A Granxa están en contacto con la naturaleza | A GRANXA

 

En A Granxa, subiendo
Este nexo también lo vive Iván, de seis años, que empezó en el 2024-2025 a cursar primaria, por lo que tuvo que abandonar la EEI de A Granxa, en A Pobra do Caramiñal.Su madre, Jessica Abelleira, explica que fue un cambio grande y ‘’non quería marchar’’. Aclara que no es establecer un agravio comparativo entre ambos centros, simplemente que tienen modelos diferentes acordes a su tipología. Con relación a su experiencia en la unitaria, Jessica afirma rotundamente que ‘’non me arrepinto’’ por la conexión que se forja entre familias, el alumnado y el profesorado al ser comunidades pequeñas. De hecho, todavía siguen en contacto. ‘’Somos unha familia’’, declara por la involucración de todas las partes yendo a dar charlas, cuidando el jardín, organizando conjuntamente los cumpleaños…


En todo ello coincide la maestra Laura Sieira, quien da clases a 16 niños y niñas del segundo ciclo de infantil, por lo que la situación de A Granxa, a priori, dista de la de Lamas y no está en riesgo de desaparecer. De hecho, se incrementaron el número de matrículas respecto al año pasado, cuando se registraron 13, y estiman mantenerse en los 16 el próximo. Y, en estos años, también hubo familias del centro urbano de la localidad que decidieron escolarizar a sus hijos en esta unitaria ubicada en la parroquia de Santa Cruz de Lesón. Incluso se ha dado la circunstancia de desplazarse hasta allí niños de otros municipios, como sucede en el actual curso, que uno es del ayuntamiento vecino de Ribeira. Laura salienta que ‘’é una escola moi aberta á comunidade’’. Considera que ‘’teño moita sorte porque teño moita participación das familias’’. Su proyecto educativo pone el foco en los cinco sentidos, por lo que no falta el contacto con la naturaleza.

 

EEI de Vilar Bamio (1)
En la EEI de Vilar-Bamio tienen hueco conceptos de distintos métodos  | BAMIO

 

La de Vilar-Bamio se mantiene
Cruzamos la ría de Arousa y vamos hasta la EEI de Vilar-Bamio, en Vilagarcía. Su profesora, Cristina Temes, indica que cuentan actualmente con 15 niños y niñas de tres a seis años, tanto del rural como de Vilagarcía y Carril, si bien valora que esta cifra bajará a los 13 el curso que viene. Coincide con sus homólogas de Lamas y A Granxa en que los pequeños desarrollan una mayor autonomía y responsabilidad en este tipo de escuelas al convivir académicamente entre diferentes edades. Y pone también el foco en el contacto continuo e involucración de las familias.


En lo que a metodología educativa se refiere, explica que imparte, por ejemplo, lectoescritura y enumeración a través de materiales manipulativos. Tienen también hueco conceptos de otros métodos como, por ejemplo, Montessori, en función de las necesidades detectadas entre el alumnado. Ejecutan otros pequeños proyectos complementarios como el cuidado del huerto de reciente creación y el propio patio de juegos del que todos disfrutan, especialmente, con el buen tiempo que invita a salir de las aulas y estar al aire libre.

 

Colegios agrupados en Rianxo
Otra de las formas que pueden adquirir estas escuelas es a través de la figura de los colegios rurales agrupados (CRA). En el caso de Rianxo se integran aquí seis de infantil y otros dos hasta segundo ciclo de primaria con un total de 75 alumnos. Son los de Abuín, Burato, Capela, Cruceiro, Cuvide, Outeiro, Quintáns y Rañó.


La directora de esta agrupación educativa, Paula Deira, comparte la postura de lo primordial que resulta la atención individualizada, el contacto con la naturaleza y el ambiente familiar y participativo. Esto último se constata en la puesta en marcha del servicio de comedor por parte del ANPA. Las matrículas crecieron, asimismo, con relación al 2024, además de algún caso de familias que optan por educar a sus hijos en el rural en vez de hacerlo en pleno centro urbano de Rianxo, más próximo a sus domicilios.


Estas profesoras narran que estos centros cuentan con especialistas y docentes de Audición y Lenguaje o Pedagogía Terapéutica para garantizar una atención educativa integral. Porque las obras, la transformación digital y la modernización del rural son necesarios, sí, pero también la dotación de nuevos servicios y garantizar la supervivencia de los ya existentes. En definitiva, facilitar la vida de los vecinos en aspectos tan básicos  e importantes como, por ejemplo, la enseñanza. Todo ello unido, junto a las oportunidades laborales, harán que la gente, como dice el refrán, ‘’vuelva al lugar donde uno siempre fue feliz’’. 

Las escuelas unitarias, extensión de los hogares para el alumnado de Arousa

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