Varios conductores alertaron en torno a las seis menos diez de la madrugada de ayer sobre la presencia de una persona caminando por la carretera comarcal de titularidad autonómica AC-550 (Cee-Ribeira) y que estaba cayéndose continuamente e incluso al que vieron tirado sobre la calzada, a la altura de la gasolinera situada en el lugar de Salmón, en la parroquia ribeirense de Oleiros. Se trató de un hombre de 29 años, C.B.C.A., al que un hora antes una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 había trasladado en estado de embriaguez al área de Urxencias del Hospital do Barbanza y que, tras salir del mismo, empezó a caminar de manera errática por la referida calzada, se caía de manera repetida sobre el asfalto y al que algún conductor llegó a ver tirado sobre el mismo, teniendo que esquivarlo para no atropellarlo.
Esos avisos de los automovilistas provocaron que hasta el lugar se volviera a movilizar una ambulancia asistencial y también a la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Ribeira. Los profesionales de emergencias y sanitarios lo estuvieron atendiendo a esa persona, que finalmente solicitó la alta voluntaria. En la ocasión anterior en que fue detectado en un estado de embriaguez importante, fue un conductor avisó a la Policia Local de Ribeira de que un hombre se estaba metiendo en la calzada en el vial AC-305 (Padrón-Ribeira), en As Saíñas, cayéndose en la misma, por lo que hasta el lugar acudieron una patrulla de agentes municipales y una ambulancia del 061, que trasladó a esa persona hasta el complejo hospitalario comarcal ubicado en el lugar de Salmón, en la parroquia de Oleiros.
Cabe recordar que a finales de marzo, varios conductores que circulaban por esa misma carretera alertaron de madrugada sobre la presencia de un individuo metiéndose en la calzada y que se ponía delante de ellos, con grave peligro de atropello, pero que afortunadamente pudieron parar a tiempo o esquivarlo para no arrollarlo. Entonces, la Policía Local se encontró a esa persona de unos 40 años, que aparentaba encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas y posiblemente también de sustancias estupefacientes, y al que convenció para que desistiera de su actitud, lo subió al coche patrulla y llevó a su casa en Corrubedo.