Pese a las diferencias de criterio que mantienen entre el Gobierno local y la oposición ribeirenses sobre la gestión municipal y la velocidad de la misma, que para los primeros es “de crucero” y para los segundos esa apreciación “lles queda grande”, el pleno de la corporación municipal aprobó este mediodía definitivamente y por unanimidad los proyectos de expropiación y de urbanización que permitirán desarrollar el futuro polígono industrial para la zona de Pedras Vermellas, de 260.000 metros cuadrados -unos 156.000 metros cuadrados serán de parcelas para la instalación de empresas-, y que supondrá una inversión de 12 millones de euros. El alcalde, Luis Pérez, manifestó que ello ha sido posible después de que la Diputación de A Coruña les enviase el miércoles el informe sectorial -se umó a los que anteriormente remitieron Augas de Galicia y Patrimonio- que les faltaba para una actuación de la que, dijo, afrontan “en solitario desde 2017”, aunque luego incluyó a la institución provincial como la única que apoya al Ayuntamiento en esa actuación, con el compromiso de mejorar el acceso a través de una carretera de su titularidad a esa futura infraestructura industrial.

Respecto al coste de las expropiaciones, se indicó que ascenderán a unos 940.000 euros, cifra superior a la inicialmente prevista como consecuencia de que se atendieron parte de las alegaciones de los afectados para elevar el precio del metro cuadrado de 2,64 a 3,29 euros. El alcalde dijo que se subsanaron los problemas que había con propiedades que no figuraban en el Registro de la Propiedad y agregó que las dos parcelas que pertenecen a A Pobra serán expropiadas por parte de la Diputación de A Coruña por estar cerca de una carretera de su titularidad. Y respecto a una empresa de gas butano ubicada en la zona donde se pretende desarrollar el nuevo parque empresarial dijo que “estou seguro que chegaremos a un acordo á hora de materializar a expropiación definitiva”.

De esa manera, Pérez respondió a las dudas planteadas por la portavoz del grupo municipal del PP, Mariola Sampedro, a la que se dirigió el mandatario local para decirle que a él le asaltan las dudas sobre las razones por las que la Xunta no invierte un solo euro e ese polígono industrial, precisando que el Ejecutivo autonómico está confundido si piensa que con esa actitud le están haciendo un mal a él, sino que se lo hacen a los vecinos y empresarios de Ribeira. A ese respecto, dijo a la edila popular que, como asesora en la Xunta de Galicia, que descuelgue el teléfono para llamar a la conselleira de Industria para presentarle el proyecto y  pedirle su apoyo, algo que pensaba hacer en la reunión concertada esta semana en Santiago y que se canceló cuando ya iban de camino y les faltaban 20 minutos para llegar.