La Policía Local ribeirense llevó a cabo entre la una y media y las tres y veinte de la pasada madrugada un control preventivo de alcohol y drogas en la Avenida do Malecón, a la altura del lugar en donde se construyó la parada central de autobuses. Fruto del mismo, los agentes inmovilizaron con cepo en ese mismo sitio un coche de la marca Ford debido a que, después de consultar la base de datos de los conductores e infractores de la Jefatura Central de Tráfico, se tuvo conocimiento de que no consta que la persona que iba a los mandos de ese vehículo haya obtenido el permiso de conducir español, por lo que se estaría ante un posible delito contra la seguridad vial, recogido en el Código Penal. Sin embargo, el conductor manifestó que había obtenido la pertinente licencia o carnet que le habilita para conducir en el extranjero, pero no habría realizado la tramitación para convalidarlo en el territorio nacional, por lo que entonces se estaría ante una denuncia administrativa, pero para eso será necesario que presente ese documento y comprobar su autenticidad.
Además, en ese control se llegó a interceptar a una treintena de vehículos, con el resultado de dos alcoholemias positivas, y en ambos casos se tramitaron las respectivas denuncias administrativas. Uno de ellos fue detectado en torno a las dos menos cuarto de la madrugada y el conductor arrojó una tasa de 0,43 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, mientras que en la segunda prueba que se le practicó un cuarto de hora después con el etilómetro de precisión dio como resultado 0,37. El otro positivo se registró tras interceptar a un automovilista en torno a las dos y media de la madrugada, cuando arrojó una tasa de 0,61, mientras que en la segunda que se le hizo unos veinte minutos después el resultado bajó a 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Uno de los vehículos de los conductores infractores pudo ser retirado por un conductor alternativo habilitado para ello, mientras que el otro fue retirado por la grúa de la vía pública y trasladado al depósito municipal debido a que no había un lugar adecuado para llevar a cabo su inmovilización con cepo.