La regeneración de espacios ambiental y visualmente degradados, como es la intervención que se desarrolla en A Ribeiriña es uno de los objetivos que se persiguen después de la recuperación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de los terrenos de dominio público marítimo-terrestre concesionados en su día a las fábricas La Onza de Oro y Hadasa. Con tal motivo, esta mañana se acercaron hasta ese lugar, para comprobar el avance de los trabajos que complementan la actuación iniciada en 2011 con el derribo e la primera de las naves referidas, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas; el jefe de la Demarcación de Costas del Estado, Rafael Eimil; el alcalde de A Pobra, Xosé Lois Piñeiro; y la concejalas de Relacións Institucionais y de Servizos Municipais, Patricia Lojo y Estefanía Ramos.

Se trata de una actuación financiada con fondos del Plan de Recuperación por un importe cercano a los 800.000 euros, con una nueva fase en la que se busca revertir a su estado natural una superficie de unos 5.500 metros cuadrados. Para conseguir ese objetivo, las tareas comprenden la demolición de la explanada, escolleras y rampas en un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que se prevé que concluyan en verano. El proyecto también contempla la creación de una senda litoral integrada en el paisaje y que sirva como transición entre la costa y los núcleos de viviendas próximos. Además, la protección del ecosistema marino durante este período se acentúa con la colocación de unas barreras antiturbidez "para minimizar a dispersión de finos en suspensión", indicaron desde el Ayuntamiento pobrense. Esta obra se incluye en la segunda fase del plan de actuaciones del referido ministerio para la recuperación do dominio público marítimo-terrestre en la provincia coruñesa.

María Rivas destacó la importancia de suprimir elementos con un impacto negativo para así poner en valor la zona, y añadió que esta acción "permite ver como o Plan de Recuperación está chegando a cada unha das cidades e pobos da nosa provincia". Con relación a la planta de Hadasa, el alcalde pobrense aclaró que no se derribará en esta actuación ya que es propiedad privada, si bien indicó que el empeño del Ayuntamiento que preside es la eliminación de dicha estructura, principalmente, por cuestiones de seguridad. Al tratarse de suelo rústico de protección de Costas, sólo podrán actuar fuera de la línea de servidumbre y presentando un proyecto que redunde en beneficios para el lugar, según detallaron desde la Administración local.