Vecinos y empresarios de la Avenida de Ferrol hicieron pública ayer su preocupación por las elevadas velocidades a las que circulan los vehículos en ambos sentidos de circulación, especialmente en el tramo comprendido entre la rotonda de Padín y las curvas de A Nogueira que, al tratarse de una zona urbana, debería estar limitada a 30 kilómetros por hora. Alba Ventoso, que regenta un salón de belleza en ese lugar, indican que es un riesgo salir a la vía pública en ese trayecto, tanto para conductores como peatones y que es urgente tomar medidas de calmado del tráfico. Manifestó que su padre habló con el alcalde de ese problema y la respuesta que le dio fue que no se podían colocar badenes o bandas rugosas por las molestias que ocasiona el ruido que hace al pasar por encima de ellas los vehículos, sobre todo de noche, pero ella sostiene que “debe haber otras soluciones, como poner radares”.

Esta petición la hacen pública después del accidente de tráfico registrado a las nueve y media de la mañana de ayer en ese tramo viario, a la altura del número 53, -mismo lugar donde a media tarde del 8 de octubre se registró un suceso similar en el que falleció el conductor de un Ford Fiesta en un choque de frente con una furgoneta Hyundai H1- y que consistió en una colisión frontal entre una Ford Transit, conducida por un marinero de Corrubedo y que iba en sentido ascendente, y un Chevrolet Nubira, a los mandos de la sexagenaria, que bajaba hacia la glorieta de Padín, y a la que acompañaba una mujer de 22 años. Ocurrió después de que uno de los vehículos invadió el carril contrario y, a consecuencia del impacto, el segundo coche salió despedido contra un Ford Focus aparcado, que sufrió daños.

La conductora del Chevrolet Nubira, que quedó atrapada en el habitáculo del mismo, tuvo que ser excarcelada por los efectivos del Grupo de Atención ás Emerxencias Municipal (GAEM) y la dotación de guardia del parque de Bomberos de Ribeira. La automovilista fue inmovilizada con collarín y tablero espinal para poder extraerla y subirla a una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, medicalizada con un equipo de Atención Primaria del centro de salud de Ribeira, para su traslado al Hospital do Barbanza. 

El 061 movilizó otro vehículo asistencial en el que evacuó al mismo centro hospitalario a la joven herida. Ambas recibieron asistencia médica y les realizaron pruebas para determinar el alcance de sus lesiones, aunque inicialmente ninguna de ellas parecía revestir gravedad. Al conductor de la furgoneta le colocaron un collarín, pero renunció a ser trasladado y pidió la alta voluntaria. Aún así, al final lo llevó la Policía Local ribeirense al consultorio periférico de Corrubedo para ser atendido. Los agentes municipales, que instruyen el atestado, cortaron el tráfico en el vial hasta que Grúas Galicia retiró los vehículos y los servicios de emergencias limpiaron la calzada.