Los vecinos de O Grove tendrán que esperar hasta el mes de abril para poder hacer uso de las instalaciones del nuevo Auditorio de Monte da Vila. Así lo confirmó el alcalde de O Grove, José Cacabelos, quién compareció ayer para responder a las acusaciones de EU sobre las supuestas “irregularidades” detectadas en la documentación de las obras del nuevo Auditorio de Monte da Vila en las que al parecer, se estarían llevaron a cabo incumplimientos de contrato, sobrecostes y retrasos.
El regidor destacó que se trata de un “proxecto envergadura, difícil e ambicioso” para atender a las necesidades de los diferentes colectivos del municipio, sin embargo, y como “ocurre en todas las obras” dijo, es normal que se produzcan retrasos y cambios conforme al proyecto inicial. En este sentido, confirmó que existen informes desfavorables emitidos por el técnico municipal de urbanismo por “diferencias técnicas” con la dirección facultativa, sin embargo, explicó que cada uno de estos informes negativo cuenta con otro que lo justifica y rebate por parte de la dirección de la obra compuesta por dos estudios de arquitectura, además de los controles mensuales por parte de los técnicos de la Diputación de Pontevedra que cofinancia la obra aportando 2 millones de euros.
En su opinión como alcalde, señaló, “me sorprenden estos informes pero él está na súa liberdade e no seu coñecemento” y aseguró que “a min non me queda outra que firmar a documentación, non son responsable das obras, gustaríame que todo fora favorable e non ter que levantar reparos, pero hai que continuar coa obra. Non é unha decisión política, é unha decisión técnica”.
Sobre el incumplimiento del contrato, explicó hubo dificultades técnicas en el terreno ya que se encontraron durezas del suelo más altas y por lo tanto, “houbo que adaptar a obra ás necesidades do solo e profundizar ata 5 metros para ter asentamento”. A esto se le suma los inconvenientes en la tramitación de una modificación que la administración tardó ocho meses en aceptar, lo que supuso un importante retraso en la ejecución del Auditorio añadido a las demoras por el covid.
Según explicó Cacabelos, todas estas casuísticas derivaron en que a día 30 de diciembre, cuando finalizó el plazo dado por la Diputación, se certificara y justificara el 100 % de las unidades de obra, pero faltaban las mejoras establecidas en el contrato como la instalación del ascensor exterior. Además, este pasado lunes, 31 de enero, fueron convocados los técnicos para firmar el acta de recepción de las obras pero había unidades de obra y mejoras pendientes de terminar y otras actuaciones realizadas que la dirección facultativa no estaba de acuerdo y mandó corregir. De este modo, tomaron la decisión de dar un plazo de 8 semanas, para que la empresa termine todo lo que queda pendiente, por lo que el Auditorio tendrá que estar completamente listo el próximo 28 de marzo. “Estamos desexando acabar esta obra, os plazos non nos gustan, nos están agotando. O Auditorio tiña que estar listo no verán do 2021”, manifestó.
Por último, negó cualquier comentario sobre que las obras llegarían a los 7 millones de euros y afirmó que “a día de hoxe a obra está certificada por 4.599.034,25 euros” a los que habría que añadirle un 3 % de la liquidación final por lo que podría llegar a los 4,7 millones de euros, 400.000 euros más que lo establecido en el precio de licitación. Eso si, contaría ya con todo el equipamiento necesario para poder hacer uso del mismo desde el día siguiente de su recepción.
“Péselle a quen lle pese, o Auditorio vai ser unha realidade. Con retraso, non o podo negar”, concluyó el alcalde meco.