A Illa celebró ayer su tradicional día de “Defuntiños” con los más pequeños recorriendo la localidad pidiendo “esmoliñas” en cada casa y establecimiento que encontraban en su camino. El botín estuvo compuesto mayormente por chucherías varias, aunque también se encontraron con otros donativos más atípicos.
Así, no faltó la vecina que ya en años anteriores sustituye las “larpeiradas” por algo más nutritivo como las latas de conserva. Y no fue la única. Otra isleña sumó a su oferta de “limosniñas” unas patas de pulpo cocinadas y envasadas al vacío, que hicieron las delicias sobre todo de algunos padres que acompañaron a los más pequeños.
Esta costumbre se remonta a hace tantos años que la población no tiene memoria exacta de cuándo empezó. Lo que está claro es que se mantiene totalmente vigente y en buena forma porque nunca faltan niños que salen a las calles ni vecinos dispuestos a alegrarles el día.
Además, como parte de las celebraciones por el Samaín, el Concello de A Illa de Arousa celebró ayer una “Festa de disfraces do día de pedir” en el escenario de la Praza do Regueiro con animación musical a cargo del Dj Mingos Barbosa.