El Concello de Cambados instaló ayer dos nuevos composteros comunitarios en Ribeira de Fefiñáns y Alameda de San Tomé, con lo cual la cifra total asciende a nueve, cubriendo ya más de 500 hogares del centro urbano. A esto hay que sumar los más de 200 individuales repartidos solo este año para viviendas con jardín y huerta.
El alcalde, Samuel Lago, recordó que el Ayuntamiento apuesta por este reciclaje “in situ” de la basura orgánica por tratarse del más ecológico y económico frente al tradicional –la incineración–, ya que no genera ni gastos de transporte ni de gestión, además de que los colectores los han financiado con ayudas de la Xunta.
De hecho, Cambados no prima el colector marrón como están haciendo otros lugares, el cual está destinado a la realización de un compostaje industrial, para lo cual es necesario transportarlo a una planta –en el caso de O Salnés a la de Sogama en Baión– y pagar por su conversión en compost.
El precio actual es de 50 euros por tonelada y aunque hay una diferencia considerable respecto al tradicional, al regidor le sigue “parecendo elevado”. De ahí también todos los esfuerzos que llevan haciendo para tener una infraestructura para que Cambados sea lo más autónomo posible. De hecho, el socialista recordó que cuando ocupó su primer cargo público en la Cambados, hace cinco años, como concejal de Servizos, “só había dous composteros comunitarios e agora temos nove”.
Con todo, por lo que no apuestan seguro es por no reciclar, además de que la normativa estatal aprieta y se avecinan cambios importantes para introducir la nueva tasa, la de generación, que, de no lograr una rebaja de costes, seguro va a repercutir al alza en el recibo que pagan los vecinos, para quien no apueste por la separativa en todas sus modalidades (plástico, cartón, pequeños electrodomésticos, etc.).
Así las cosas, para la orgánica, allá donde no sea posible el compostaje “in situ”, sí que van a poner el contenedor marrón. De hecho, el regidor señaló que están ultimando el plan piloto anunciado hace un par de meses y que está destinado precisamente a calles del conjunto histórico donde no es posible instalar un compostero colectivo.
Prometió que en breve instalarán los 10 con los que empezarán –luego irán ampliando hasta los 20 comprados–, pues ya han acordado la ruta de recogida con la empresa de la basura y falta por cerra el tema de la llave que recibirá cada vecino anotado en este sistema para abrir el colector. Cabe recordar que existe el compromiso de que estos usuarios y los del compostaje puedan tener bonificaciones.