El Refugio de Animales de Cambados lleva una semana "negra" en cuanto al abandono de cachorros de gato recién nacidos en bolsas y cajas lanzadas a contenedores. En total, rescataron 13 crías de las cuales, cuatro no pudieron sobrevivir y han tenido un "muerte horrible y cruel, una muerte evitable. La esterilización salva vidas", imploran desde la protectora, que se siente impotente.
Sucedió en Castrelo y en A Modia y, de hecho, en esta última zona, ha sido en el colector de "siempre" y dos veces casi consecutivas en la última semana: un día fueron seis dentro de una bolsa de plástico cerrada y el domingo por la noche se hallaron otros dos, "aún con el cordón umbilical colgando". "Hemos estado mirando las estadísticas y desde hace cuatro años arrojan bebés unas tres veces al año a este mismo contenedor. Tristemente, lo estábamos esperando", cuenta su presidenta, Olga Costa. De hecho, el Refugio de Cambados hace un llamamiento a los vecinos del lugar por si "tienen algún dato relevante" que pueda ayudar a encontrar al autor o autores, pues la asociación está convencida de que "tiene que ser algún vecino de A Modia que prefiere darle una muerte cruel a unos bebés antes que esterilizar a su gata".
Los ocho rescatados en este lugar sobrevivieron y de momento progresan adecuadamente. Los de Castrelo no tuvieron tanta suerte y de cinco metidos en una caja, solo sobrevivió uno. "Avisaron a la Policía Local, pero no pudieron hacer nada por salvarlos; ya estaban muertos", expilca Costa.
El Refugio de Cambados necesita ayuda de manera urgente; casas de acogida que puedan tenerlos pues son lactantes y precisan de atención de biberón y en sus instalaciones no disponen de un lugar adecuado para gatos, pero tampoco son capaces de mirar para otro lado. "Supone una dedicación completa, son recién nacidos, dependen de ti por completo y no solo es darles el biberón, es enseñarles a mamar, tenerlos calientes, tocarlos... En definitiva, lo que haría su madre y aunque lo hagas todo bien, puede que un mes después fallezcan, tristemente nos ha pasado", explica la presidenta.
Los miembros de la protectora están "cansados": "Tirar seres vivos a la basura, enterrarlos vivos, meterlos en una bolsa para tirarlos al mar y un largo etcétera de experiencias que nos ha tocado vivir, las cuales nos dejan sin palabras año tras año. Estamos cansados de este sufrimiento gratuito", añaden.