Una notable mortandad de mejillón, detectada en las últimas semanas, ha despertado la preocupación del sector bateeiro en la Ría de Arousa. Los mejilloneros sufren importantes desprendimientos de las cuerdas y también comprueban cómo sacan a la superficie centenares de ejemplares de gran tamaño muertos o con la concha prácticamente vacía. 

Así lo constatan mejilloneros consultados ayer en A Illa de Arousa, Vilagarcía, Cabo de Cruz y Boiro, porque el problema es común a ambos márgenes de la Ría. También lo confirman desde la Organización de Produtores do Mexillon de Galicia (Opmega). En las últimas horas, además, se han popularizado unos vídeos e imágenes tomados en unos barcos bateeiros que ayudan a ilustrar la magnitud del problema, en los que se aprecian montones de ejemplares grandes, muertos en cubierta.

Temperatura del agua

No hay confirmación de una causa oficial de este problema, aunque todas las voces consultadas ayer se inclinan a pensar en un efecto provocado por las elevadas temperaturas registradas en el agua del mar este verano. De hecho, la mortandad de mejillón que ahora sale a la luz parece un episodio más de la lista de mariscos que han corrido ya la misma suerte, como la almeja y la navaja. Son estas especies sobre las que también se han revelado en esta canícula episodios de mortandad masiva, ampliamente divulgada también en fotografías.  

Ricardo Herbón, presidente de Opmega, explica que el problema ha sido notificado desde “diferentes zonas”, tanto “exteriores como interiores”. Con todo, “nas interiores, alomenos cos nosos datos, hai un incremento máis elevado”, en mortandad y desprendimiento. Aunque lo más llamativo, por aparatoso, es contemplar la mortandad de grandes ejemplares, Herbón confirma que “tamén está afectando noutros tamaños”, incluso en cría. “Noutros tamaños, ao ser a cuncha máis pequena, non é tan perceptible”, pero ocurre. Otros mejilloneros describen que “o que está morto ou morrendo está da metade da corda para arriba”.

En cuanto a la causa, “non sabemos se realmente é pola temperatura da auga”, si esta se debe al “cambio climático”, “ou se detrás pode haber máis cousas”, responde Herbón. Lo que sí saben es que, efectivamente, “a temperatura da auga subeu bastante con respecto a outros anos” y que esa mortandad se dio en más especies. Por eso, esta es una de las principales hipótesis: Que esa elevación en la temperatura provoque tanto la muerte como los desprendimientos del molusco: “O mexillón, polo aumento da temperatura da auga, perde forza no biso”, las fibras o filamentos que produce para adherirse. 

Pérdidas 

La cuestión “preocúpanos, e moito”. La organización no cuantifica todavía las posibles cifras de pérdidas, pero desde A Illa, algunos mejilloneros ya estiman que en su cosecha podría ser del orden “do 45 %”. Al menos en Opmega, el problema tendrá seguimiento y recogida de datos. Además, “xa lle manifestamos á Consellería que isto está pasando e que hai que poñerse mans á obra”, relata su presidente. Será también clave estudiar si se trata de un problema puntual o el resultado de una tendencia, lo que supondría un verdadero problema en la Ría.