Representantes de la Mancomunidade do Salnés se reunieron ayer con técnicos de Augas de Galicia para buscar posibles soluciones ante los vertidos al río Umia, tras el último episodio registrado en Cabanelas. En el encuentro participó el alcalde cambadés, Samuel Lago, que precisó que existen dos factores amenazantes: los vertidos industriales y las infiltraciones de agua del colector que transcurre desde Baión hasta Castrelo, que provocan un aumento del caudal, que no puede soportar la EDAR de Ribadumia. Así, explicó Lago, el objetivo a corto plazo es la disminución de la carga contaminante y, a medio, disminuir la cantidad de aguas pluviales que llegan a la estación depuradora.
Para ello, por una parte, la Mancomunidade se comprometió a intensificar y continuar con las inspecciones y el control de los vertidos de empresas asentadas en los polígonos de Cambados y Ribadumia, para que la carga contaminante “sexa a menor posible”. En cuanto a Augas de Galicia, realizará una auditoría al colector general con el objetivo de detectar en que puntos se producen infiltraciones de agua y ver posibles soluciones.
Unas medidas que pueden suponer “investimentos importantes” que “é moi probable que os concellos non podamos acometer”, reconoció Lago. Así, una vez la auditoría dictamine las posibles soluciones a las infiltraciones de pluviales, el regidor espera contar “coa participación de Augas de Galicia e, por suposto, da Mancomunidade”, para poder financiar el proyecto de un colector que, aunque transcurre mayoritariamente por el término municipal de Vilanova, también afecta a Cambados y Ribadumia.
Así, Lago subrayó la necesidad de atajar, a medio plazo, la entrada de aguas pluviales en la red de saneamiento, que aumentan considerablemente el caudal que se debe tratar. De hecho, se da una variación “tremenda”, al llegar a la depurada un día normal, con tiempo seco, unos 9 litros por segundo, “que é un caudal pequeno”; mientras que en un día de lluvia llegan a registrarse unos 130 o 140 litros por segundo.