Kirk también se ha dejado notar en Cambados, pero sin incidencias de excesiva gravedad y sobre todo sin provocar daños personales. Entre las más destacadas están una media docena de árboles caídos sobre viales, vallas y contenedores movidos y un muro de bloques de una nave de almacenaje derruido en parte.
Como tantos otros, el servicio municipal de Emerxencias del Concello se pasó la noche en alerta ante la previsión de los fuertes vientos registrados a causa de este fenómeno que ya entró en la Península no como ciclón tropical sino como una profunda y potente borrasca.
Según los efectivos, tuvieron que retirar un árbol caído sobre la EP-9005 en Refoxos (Corvillón), frente al depósito de agua y muy cerca del Refugio de Animales; otro en un vial de servicio paralelo a la antigua Vía Rápida, y otros dos en viales secundarios, con cobertura parcial de carriles.
Las vallas de la obra de saneamiento de la Avenida de Galicia también se descolocaron debido a las fuertes rachas de viento y algún contenedor también sucumbió. Mientras que en Oubiña derribaron una parte importante de un muro de bloques de una nave de almacenamiento de material, esparciendo restos por la carretera.