La vendimia ya ha entrado en la recta final y este fin de semana estaba previsto darle un buen empujón. Sin embargo, las lluvias van a frenar el ritmo de los trabajos, que ya han introducido en bodega unos 36 millones de kilos de uva, según datos de ayer al mediodía ofrecidos por el Consello Regulador de la DO Rías Baixas.
Así las cosas, cada vez parece más probable que las estimaciones de cantidad para esta cosecha sean menores de lo inicialmente previsto, que era alcanzar los 41 millones de kilos, lo que vendría siendo una cosecha normal en esta denominación. Con todo, los técnicos mantienen la cautela que les caracteriza y esperan a la finalización total de la campaña.
Pronto se conocerán los resultados de una recolecta que hasta la jornada de ayer se ha desarrollado de manera pausada y tranquila gracias a las buenas condiciones meteorológicas de la primera quincena del mes. De hecho, viticultores y bodegueros están encontrando una uva en buen estado sanitario y equilibrada, destacando su potencial aromático, que será un plus en la elaboración posterior de los vinos.
El objetivo era darle este fin de semana el último empujón, quedando para la próxima semana recogidas ya no tan generalizadas. De hecho, aunque las precipitaciones van a ralentizar esta fase final, la campaña se dará por concluida en unos días, sobre todo en cuanto a las variedades de uva blancas, las primeras en vendimiarse y que suponen casi la totalidad de la cosecha en este sello de calidad de la provincia de Pontevedra.
Según los datos aportados por el Consello, la presente campaña de 2024 cuenta con un total de 177 bodegas inscritas y la superficie del territorio vinícola de Rías Baixas, con sus cinco subzonas, es de 4.636 hectáreas repartidas en 23.735 parcelas que son atendidas por 4.994 viticultores.