La localidad de Meis se beneficia de la eliminación de uno de los cuatro aerogeneradores del proyectado parque eólico del monte Castrove. No obstante, uno de los tres que sigue adelante en el expediente sí se instalaría sobre suelo dentro de este término municipal, por lo que el Ayuntamiento estudia ya con sus técnicos posibles nuevas alegaciones contra este parque, que acaba de superar la declaración ambiental de la Xunta.
Uno de los elementos que sí sigue adelante se ubicará en monte comunal de Santo Tomé de Nogueira
Por su parte, la plataforma de vecinos afectados, que hasta ahora centra gran parte de su actividad en Poio, valora la presentación de un recurso contencioso-administrativo, explorando una posible vía de colaboración con la asociación ecologista Adega.
La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, detallaba ayer tras conocerse la eliminación de uno de los cuatro aerogeneradores proyectados que este elemento se iba a instalar en terrenos comunales de San Salvador de Meis. Diferentes informes y consideraciones aportados por organismos autonómicos como la Dirección Xeral de Patrimonio Natural (DXPN) y el Instituto de Estudos do Territorio (IET), que señalaron destacadas afecciones al medio, llevaron a la promotora a prescindir de este cuarto aerogenerador.
No obstante, uno de los tres todavía contemplados se ubicará, igualmente, en Meis, en este caso, en terrenos de la Comunidad de Montes de Santo Tomé de Nogueira.
El gobierno local mantuvo ayer una primera reunión con Secretaría y a lo largo de estos días, con la Asesoría Jurídica, para estudiar posibles nuevas alegaciones. Giráldez recordó que hay un acuerdo unánime del Pleno mostrando la oposición de la Corporación al proyecto. Defiende que “a nosa posición é a mesma, ambientalmente prexudícanos”. “O Castrove debera considerarse o pulmón do Salnés, ten outras posibilidades, turísticas, culturais e ambientanis e o parque eólico non entra nas nosas previsións”.
El colectivo de afectados advierte de que los aerogeneradores son de gran tamaño (150 metros de altura y 170 de diámetro del rotor) y que, además de los impactos paisajísticos, ambientales, patrimoniales o sobre la biodiversidad, parte del suelo cambiaría a “industrial”, limitando otros usos del monte.