El picudo rojo avanza imparable en Cambados. Tras la tala de un gran número de palmeras públicas también ha podido con las del Parador Nacional do Albariño. El establecimiento ya ha pedido permiso para derribar cinco de los seis ejemplares de gran porte que tiene la finca y estudiará si los sustituye por la misma especie o se decanta por otro tipo de árbol.
Desde la dirección explicaron que llevan tiempo dedicando un importante gasto a combatir al voraz escarabajo, pero únicamente han podido salvar una de sus palmeras. El resto ha sucumbido y su tala responde a la necesidad de eliminar el mínimo riesgo de que las ramas caigan sobre alguna persona, sobre todo en esta época de fuertes temporales.
Así las cosas, con gran pesar, se ha solicitado autorización para proceder a su eliminación. Y es que el jardín del ilustre establecimiento cuenta con protección y necesita permisos como el de la comisión local de patrimonio.
La directora, Meritxell Marcos, explicó que luego estudiarán si los ejemplares se sustituyen nuevamente por palmeras o se elige otra especie de árbol ornamental.
Cabe recordar que hace unos meses Portos de Galicia taló una docena de las palmeras del paseo marítimo de Cambados y el Concello las sustituyó por otras de tipo washingtonia, que se suponen más resistentes a la plaga. Solo quedaron en pie las originales –del tipo palma canaria– que estaban resistiendo, pero hace unos meses que la administración local le pidió al ente público que realizara una nueva revisión y se encargara de pagar el tratamiento.
Renunciaba así a seguir asumiéndolo al no ser de su competencia, suponer un elevado coste y en reacción también al hecho de que se encarga de otras cuestiones de mantenimiento de zonas portuarias que no le competen. De hecho, lleva tiempo reclamando un convenio a dos bandas que ponga orden en este asunto, pues por otra parte paga tasas por ocupar esos espacios.