El nuevo escenario abierto en la Mancomunidade de O Salnés podría comenzar a despejarse esta semana. El alcalde de Ribadumia y presidente de la entidad comarcal, David Castro, indica que durante los próximos días se iniciarán las conversaciones y movimientos para “apelar á cordura e coherencia” dentro de este órgano supramunicipal. “É algo fundamental”.
Tras un fin de semana cargado de actividad a nivel municipal en Ribadumia, Castro plantea afrontar en los próximos días el frente abierto el pasado viernes, cuando la ausencia en el plenario de Exposalnés del edil en quien delegó el alcalde de Meaño, Carlos Viéitez, y el nuevo vocal que tenía que tomar posesión en representación también de su grupo de gobierno, no aparecieron.
La situación dejó al PP en minoría y, tras una petición de diálogo reiterada desde la izquierda, el presidente retiró del orden del día los tres puntos polémicos: El salario de José Aspérez por su dedicación en Turismo, el presupuesto —en el que se incluía dicha partida—, y la elección de la popular cambadesa Sabela Fole como vicepresidenta. Eran líneas rojas señaladas por el PSOE, que incluso hizo público que, si se traspasaban, los ayuntamientos en donde gobiernan explorarían fórmulas bien para la salida del ente supramunicipal o bien para el abandono de algunos de los servicios mancomunados.
Entretanto, en Meaño guardan silencio. Al parecer, las dos ausencias del grupo liderado por Viéitez cogió desprevenido al PP, partido en el que fue readmitido en febrero. Ni representantes políticos ni medios pudieron contactar con él el viernes, ni antes ni después del Pleno. Ayer, a preguntas de este Diario, el regidor meañés indicó que no haría declaraciones por el momento.
Aspérez, por su parte, anunció este fin de semana que se dedicaría a sus nuevas atribuciones en Turismo comarcal a pesar de no percibir el salario acordado con el PP. Eso sí, el tiempo dedicado tendrá que ser menor, al no percibir la liberación económica.