Las sonrisas amplias de una veintena de personas ilusionadas fueron ayer el mejor de los recibimientos al entrar a la sede de la asociación O Castro de Baión. Eran solo una representación de todo el equipo que lleva una década cuidando, divirtiendo y atendiendo en silencio a mayores y también a jóvenes con discapacidad del entorno, sin recibir nada a cambio. Ahora ellos, los que cuidan, reciben otra forma de reconocimiento, no solo el moral, que ese ya lo tenían, sino el institucional.
Los “Premios Galicia de Acción Voluntaria 2022”, que convoca la Xunta de Galicia, han reconocido a esta asociación vilanovesa, siendo la premiada en la categoría de “entidades”. El galardón está dotado con 4.000 y la pregunta de a qué los destinarán terminó iluminando todavía más los rostros de los presentes. “Para nós non é moi difícil buscar en que gastalos”, comentó entre risas de aprobación el presidente de la asociación, José Sabarís. Fue él quien explicó que, justamente, el pasado mes de septiembre se terminó la posibilidad de que Protección Civil siguiese prestando servicio de transporte para llevar hasta la casa de cultura de Baión a los usuarios del programa de voluntariado que necesitan desplazarse por carretera.
La entidad asociativa buscó opciones y consiguió una furgoneta de nueve plazas con la que seguir prestando, ellos directamente, este servicio. El vehículo se consiguió rebajado, gracias a las gestiones del Concello y de la Renault, pero aún así supone un desembolso de 7.000 euros. La mitad pudo pagarse ya, pero la otra todavía se adeudaba, así que saldar este capítulo encajaría dentro de las posibilidades del premio concedido.
El trabajo de la unidad de voluntariado es difícil de resumir en tan pocas líneas. Atienden todas las tardes, de lunes a viernes, a unos 25 mayores, de Baión, Vilanova y municipios limítrofes como Meis, Portas o Ribadumia. Lo hacen personas que no cobran, pero igualmente profesionales. Cuentan, de hecho, con una educadora social, una animadora sociocultural, una enfermera y un comité asesor, que se reúne cada tres meses, analiza la actividad y plantea mejoras. En este comité, además de los profesionales descritos, figuran un médico, un gerontólogo, un psicólogo y la Concellería de Servizos Sociais.
Talleres de memoria, actividades de autoestima, manualidades, motricidad y, también, “escoitar aos nosos maiores”, son solo algunas de las actividades que realizan las cerca de sesenta personas que trabajan en esto de forma altruista.
Esto solo en la parte de atención a mayores, porque, además, una tarde a la semana reciben también a quince niños y jóvenes con discapacidad de la asociación “Con Eles”. Con ellos tratan de fomentar una “inclusión real”, no solo con actividades de todo tipo, incluidas las intergeneracionales con los mayores atendidos, sino con propuestas que sumen. Así, por ejemplo, trabajan en el estudio adaptado de partituras, echando mano de pictogramas, para poder incluir actuaciones conjuntas de estos niños con la coral de la asociación. Actividades que “para estes mozos, supoñen un mundo”.
Solo estas dos acciones ya hubieran valido un premio, pero es que el voluntariado en O Castro va mucho más allá. En los años 90 ya habían colaborado para recaudar fondos para Ruanda. Siguieron años de más actividades, colaborando con entidades como Cáritas. En 2010 dieron un salto importante, con la firma de un convenio con Unicef, de ayuda a la Infancia. En 2012 nació oficialmente el grupo de voluntariado, que se consolidó en 2014 con la creación de las unidades de voluntariado para mayores y para jóvenes con discapacidad. En 2015, O Castro fue reconocida con la Medalla de Oro del Concello de Vilanova, concedida con la unanimidad de la Corporación. Ahora llega este nuevo reconocimiento, a nivel Galicia, que reciben con una “satisfacción moi grande”. Pero que también trae un “contrapeso”: “Temos que manter o nivel, é un compromiso que temos”. No faltaron los agradecimientos: A todos los colaboradores, familias, medios de comunicación, instituciones y partidos políticos.
O Castro estuvo ayer de celebración doble. La mañana fue para comunicar el premio. Y la tarde para el concierto de los 25 años de su Rondalla. Fue además un día especial porque sirvió para estrenar el nuevo salón social, con un patio de más de sesenta butacas, hecho con el mismo cariño que se ve en todo lo que hace esta asociación.