Los socios del BNG no comparten su visión negativa de cómo está funcionando el cuatripartito y creen que su única base es la polémica por la modificación sin aviso de la moción del asilo que, en todo caso, les parece “esaxerada” y “dramática”, pues “foi un despiste sen mala fe”. No obstante, con la misma voluntad que han mostrado los nacionalistas, les parece positivo convocar la comisión de seguimiento del pacto que reclaman. Por lo menos así lo ve el PSOE y Somos porque Pode considera que este cisma no va con ellos: “Non entramos nestas cuestións e ademais o Bloque fixo fincapé na moción do asilo, que o alcalde non llo comentou , así que é cousa deles”, declaró su portavoz, José Ramón Abal Varela.
El resto también coincide en parte con esta visión, en el sentido de que vinculan su malestar general con lo sucedido en el Pleno del pasado jueves. No ven esos problemas de coordinación e “improvisación constante” a los que alude: “Reunirse é positivo e xa falaramos de convocar a comisión, pero iso non implica que comparta a súa visión un tanto dramática e esaxerada”, expuso el alcalde, Samuel Lago.
El socialista hablará con el resto mañana, durante la Xunta de Goberno local, para ponerle fecha a ese encuentro crucial a ojos de los nacionalistas para el futuro del cuatripartito. Porque Lago reconoce que “aristas” puede haber, pero “son cousas solucionables e en todo caso non son motivo suficiente para facer esa valoración”, añadió.
Lo mismo piensa el portavoz de Somos: “O goberno funciona razoablemente ben e nós estamos satisfeitos co funcionamento do pacto e coa relación co BNG. Pode haber algunha discrepancia –que en todo caso debería tratar de resolverse internamente antes de airealas– ou cousas que mellorar, e por iso pode ser oportuno reunirse e nós acudiremos coa postura construtiva e dialogante de sempre”, expuso Tino Cordal.
De hecho, tanto él como el regidor hasta se mostraron sorprendidos por el tono de la comparecencia pública del Bloque porque “non detectamos que haxa eses problemas nin unha relación tan mala, parece un pouco de estratexia política”, agregó el socialista.
Tampoco Abal Varela recibió esa sensación de malestar que según los nacionalistas intentaron resolver internamente: “A min nunca me transmitiron iso”, manifestó, sin confirmar si acudirá a esa comisión. “Non imos entrar a valorar estas cuestións, faremos unha valoración cando toque do mandato e en todo caso baseada nos proxectos e as liñas programáticas do equipo de goberno”, se limitó a responder el líder de Pode.
El alcalde asume el error de no haberles avisado del añadido: “Foi un despiste, pero tamén da súa parte”
Respecto a lo que el Bloque tilda de detonante, el alcalde asume que el hecho de no informarle de la modificación del acuerdo de gobierno antes del Pleno –se enteraron e el momento mismo de la votación– fue un “despiste” suyo, “pero sen mala fe”. No obstante, considera que “tamén foi un despiste pola súa parte, por non preguntar como quedou finalmente a cousa”.
Lago relató que cuando el resto acordaron introducir el añadido, González ya se había ido para atender otro compromiso. “Sería absurdo intentar ocultado”, añadió, explicando también que no fue durante una Xunta de Goberno si no en una reunión de los partidos del cuatripartito sobre qué iban a votar en los diferentes puntos del orden del día. También negó que se intente contentar a la llave de gobierno, Abal Varela: “Tratábase de conseguir un consenso”. No obstante, es cierto que ese añadido lograba atraer a Pode, que en propuestas anteriores se abstuvo en el plenario.
Pero es que además, ni PSOE ni Somos ven problema a introducir esa coletilla de que el “Concello está disposto a asumir unha parte e xestionar a compra” del asilo. “Non era novidade, o BNG estaba cando se redactaron cartas dirixidas á conselleira de Política Social onde o Concello amosaba a súa disposición a colaborar na compra”, añadió Cordal.
Sin embargo, para los concejales Liso González y Mar Pérez supuso un cambio de la postura mantenida desde hace un año, de que debe ser la Xunta la parte activa en la compra y posterior gestión del también Pazo de Montesacro.