El gobierno local de Ribadumia retiró anoche del orden del día, en el mismo arranque del Pleno, el primer punto y más controvertido: La aprobación de la modificación puntual número 5 del PXOM, que ha levantado duras acusaciones de “irregularidades” por parte de toda la oposición.
El alcalde, David Castro, explicó al resto de los corporativos que la decisión de retirar el punto obedecía a una cuestión aritmética: La ausencia, por enfermedad, de una concejala de gobierno, Yolanda Peiteado, privaba al ejecutivo popular de una posición de mayoría absoluta en la votación. Como todos los demás grupos ya habían adelantado su posición contraria al cambio urbanístico, Castro decidió retirarlo ayer y posponer su debate y votación a una próxima sesión plenaria.
En los primeros minutos de la de ayer, todavía se inquirió desde las filas opositoras si el previsible empate en la virtual votación no se habría podido deshacer con el voto de calidad del alcalde. Una cuestión que respondió la secretaria, señalando que hay jurisprudencia que aclara que así sería en el supuesto de la exigencia de una mayoría simple (más síes que noes), pero no en el caso que se manejaba esta vez, que requería una mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos emitidos).
El Pleno evitó así el debate de la controvertida modificación, que pretende convertir un ámbito de suelo rústico en industrial al lado del polígono de Cabanelas. Tampoco se entró al enfrentamiento en las preguntas y ruegos, aunque el PSOE introdujo uno lo suficientemente amplio como para abarcar la cuestión, exigiendo “más transparencia” y aporte de documentación exhaustiva para los asuntos a tratar.
Toda la oposición condenó esta semana la forma en que esta modificación se llevaría término, hablando incluso de “informe falso” a respecto de la divergencia detectada entre la descripción que de la bolsa de suelo se hace en la memoria del expediente y la realidad física: En los documentos de la modificación se describe la parcela como carente de edificaciones, pero en realidad existe una nave industrial que, además, ha sido declarada ilegal y sobre la que hay una resolución de la APLU ordenando su demolición, tal y como adelantó Diario de Arousa esta semana.
La oposición cree que la omisión de esta estructura construida en la documentación no se trataría de un error, ya que el acta de infracción de la APLU donde se señala la existencia de la construcción en obras es incluso anterior a la memoria donde se describe el terreno como carente de elementos construidos. De ahí que PSOE, Xuntos, Somos y BNG sospechen de una posible intencionalidad de legalización de la nave a través de estos cambios en el planeamiento.
Parte de las dudas sobre el expediente ya habían sido planteadas en el Pleno de septiembre, lo que llevó al gobierno local a retirar el punto entonces. Ahora, vuelve a quedar sobre la mesa.