Ribadumia despidió hoy a Dositeo Valiñas, su párroco durante 80 años. El sacerdote falleció esta semana a punto de cumplir los 103 años, edad a pesar de la que siguió en activo casi hasta el final.
Efectivos de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil portaron el féretro, desde el tanatorio donde se veló el cuerpo, hasta la iglesia. Posteriormente fue enterrado en el cementerio parroquial.
Fueron unas exequias a las que asistieron multitud de personas y cargadas de emoción, debido al cariño generalizado que el sacerdote se ganó durante casi una vida entera en la localidad, de la que llegó a ser nombrado Hijo Adoptivo y en la que se bautizó una calle en su honor.
Los funerales estuvieron presididos por Julián Barrio, arzobispo emérito de Santiago, asistido por varios párrocos del entorno.
Este viernes habrá un acto en recuerdo de Valiñas, convocado por el Concello, que decretó tres días de luto oficial. Será un minuto de silencio ante el Consistorio, a las 13 horas.