La robótica colaborativa ya no es algo únicamente propio de grandes industrias, está ganando terreno en diferentes sectores y en la zona hay casos de su utilización: en una bodega para paletizar mercancías y en un restaurante para el traslado de platos de cocina a sala. Esto no ha pasado desapercibido para la Mancomunidade do Salnés, que siempre está ojo avizor de las últimas novedades en demanda laboral para formar a los beneficiarios de su Plan Integrado de Emprego y que alcancen el objetivo final: un puesto de trabajo.
Así las cosas, 14 beneficiarios están asistiendo a un curso de 20 horas para adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para poner en funcionamiento estos “cobots” y trabajar con ellos en los procesos automatizados en los que se emplean. Porque su finalidad no es sustituir al trabajador y de ahí lo de robótica colaborativa. Su propósito es facilitarle el trabajo en tareas repetitivas y de exigencia física y que “incluso poden ser perigosas para a súa saúde”, añadió el gerente comarcal, José Ramón García Guinarte.
Una de las alumnas, Gloria Rodríguez, lo explicó de manera gráfica: “Tienes un robot que no solo te echa una mano sino el brazo entero y no tienes que dejarte el tuyo y tu hombro en esas funciones”. Para aprender cuentan con un robot que efectivamente es como un brazo mecánico y define su funcionamiento como “bastante sencillo porque solo hay que emplear un botón”.
El profesor, Juan Manuel González, relató que el curso realiza una aproximación a la programación de este tipo de robots, pero sobre todo busca “tener una visión general de lo que puede hacer, más que centrarse en una u otra aplicación”. Y hay tres pilares fundamentales: que sea funcional, que cumpla con los requisitos técnicos de la aplicación y que además sea seguro.
Estos 14 alumnos serán la primera promoción de robótica colaborativa del programa de inserción laboral de la Mancomunidade. Una “formación de futuro”, como señaló el presidente comarcal, David Castro, pues han constatado que cada vez se está implantando en más sectores. El automovilístico fue uno de los pioneros, pero su especialización en diferentes tareas ha aumentado y hoy no solo se ve en grandes cadenas de montaje. Según él, hay un restaurante de Cuntis que usa cobots y también bodegas. Sus ventajas son, además de temas de seguridad laboral, una mayor eficiencia operativa y un ahorro de costes que permite que “as empresas sexan máis competitivas”.
La transformación de los procesos productivos provoca que la demanda de personal cualificado sea creciente y la entidad apuesta por estas formaciones innovadoras con el propósito de poner en el mercado a candidatos realmente preparados para estos nuevos nichos de corte más innovador, como este o el de drones, pero también otros más tradicionales que completen los perfiles del centenar de personas desempleadas beneficiarias de su Plan. De hecho, los de carretilla y minipala también resultan muy exitosos. Según su responsable, Begoña Verissimo, en marzo empezarán con cursos de cajero reponedor, gestión de almacén, inglés empresarial y contabilidad para “completar los perfiles de los candidatos y que sean más competitivos”.