La Mancomunidade do Salnés ha conseguido finalmente la ayuda de la Xunta para cubrir el 50% del coste del proyecto de mejora de la estación de bombeo que impulsa el agua del río Umia hasta la potabilizadora comarcal (ETAP) y que incluye acciones como un nuevo sistema con motores más eficientes y la nueva “macroplanta” de energía solar de un millar de paneles. Todo eso permitirá un ahorro de unos 185.818 euros al año porque además incluye un sistema de gestión mediante un algoritmo que optimizará su funcionamiento con el propósito de alcanzar la independencia energética total.
El proyecto asciende a 850.0000 euros y el resto lo cubrirán los nueve concellos que forman parte de la entidad supramunicipal, “quizáis” con la solicitud de un crédito y con fondos de “ahorro”, aunque la previsión es amortizar el gasto en poco más de dos años.
Así lo indicaba ayer el presidente comarcal, David Castro, que recibió, entre otras autoridades, al conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, pues la subvención concedida de algo más de 400.000 euros procede del fondo adicional al Fondo de Cooperación Local (FCL), destinado a inversiones en infraestructuras municipales de carácter estratégico.
La nueva planta fotovoltaica sextuplicará la que ya poseen sobre el tejado de la ETAP de Treviscoso y además será más eficiente porque tendrá equipos más modernos. Castro explicó que se ubicará en una superficie de entre 5.000 y 8.000 metros cuadrados en la zona de Pontearnelas, en el término de Vilanova de Arousa, y que actualmente tienen “apalabradas” las fincas precisas con los propietarios, además de tener una partida para sufragar la compra.
Para cumplir con la orden de ayudas debe estar terminado dentro de un año y además de los paneles solares y las mejoras en los equipos, el proyecto incluye cambios en la monitorización. El arquitecto Luis Varela, asesor de la entidad en este y proyectos anteriores, explicó que se empleará una red neuronal artificial que será entrenada, durante un año, aproximadamente, aportándole una serie de datos como el histórico de consumos, la capacidad de cada depósito de los cuales parten 40 kilómetros de tuberías para dar de beber a casi todos los concellos, etc. Datos de entrada y salida para que pueda aprender gracias al uso de un algoritmo de entrenamiento y generar predicciones y adaptarse a las circunstancias en tiempo real.
El objetivo es lograr un alta precisión en el control de la potencia y velocidad de los bombeos en función de la disponibilidad de energía. Es decir, adaptarlo todo, para aprovechar al máximo los momentos de mayor producción solar –también se quiere evitar pérdidas de la energía a la red general– y reduciendo los periodos sin esta fuente.
Castro señaló la importancia del proyecto en materia medioambiental y por el ahorro de costes en la producción de agua potable, sobre todo por el verano, porque “sendo unha comarca turística tan importante, que pasa dos 110.000 habitantes a picos de 300.000”, el sistema funciona casi 24 horas sin parar.
Por su parte, el conselleiro dio sus “parabéns” a la entidad por el proyecto y desveló que cuando lo recibieron supieron que “tiña que saír adiante”. En primer lugar por el cumplimiento de las “características especiais” que exigía la orden, pero también por que la Mancomunidade “é un exemplo de que cooperando entre os concellos, incluso de diferentes cores políticas, se pode ser máis eficiente”.
Explicó que el Fondo estaba dotado con 8,5 millones y que se presentaron 44 propuestas de las cuales, 20 salieron elegidas. Asimismo indicó que la Dirección Xeral de Administración Local contaba este año con un presupuesto de 32 millones de euros y que ha financiado más de 700 actuaciones en la comunidad, otorgando subvenciones a 292 concellos de los 303 que solicitaron alguna. “E volveremos sacar liñas para proxectos estratéxicos e tamén seguiremos con outros como o fondo de cooperación ambiental”, añadió Calvo.