Alquilar un apartamento en primera línea de playa supone un desembolso medio casi un 10 % superior (9,95 %) al del año pasado al alcanzar los 1.160 euros semanales, frente a los 1.055 del año pasado, de acuerdo con los datos del grupo de valoración Tecnitasa.
Con ello, el desembolso para este verano es 105 euros más de media que en 2023.
Los lugares más caros, que superan los 3.000 euros/semana, se localizan en las Islas Baleares, en Santanyi, Ibiza y Pollensa, o en el Puerto Banús, en Marbella, o muy cercanos a esa cifra (2.900 €) en la Illa da Toxa, en Pontevedra.
Lo más económico, con 500 euros, se sitúa la Comunidad Valenciana, en Moncófar y Vinaroz, en la provincia de Castellón, donde se pueden alquilar apartamentos de 70 metros cuadrados por ese importe.
Dónde más han subido los precios con respecto al año pasado es en Cantabria, donde se han incrementado por encima del 12 %. En la playa de Comillas, por 70 metros cuadrados se están pagando casi 1.900 euros a la semana; en la Playa de la Concha, en Suances, por 10 metros cuadrados menos, 1.700 euros; y en Laredo y Santoña, sobre los 1.400 euros, por unos 70 m2.
También con subidas del 12 % están Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife o Lugo.
Una de las comunidades cuyos precios no tienen una gran diferencia, de poco más de 200 euros, entre lo más caro y lo más barato, es Asturias. Apartamentos de entre 50 y 75 m2 se pueden encontrar en Llanes y Ribadesella por 780 euros semanales.
Por el contrario, según el estudio de Grupo Tecnitasa, las comunidades que mayor diferencia de precios tienen entre lo más exclusivo y lo más económico, con importes que superan los 2.000 euros semanales, son Galicia, Andalucía e Islas Baleares.
Según apunta la firma, el incremento en los últimos tres años es de alrededor de un 25 % y aunque el mercado inmobiliario convencional ralentiza el número de transacciones y contiene los incrementos de valor, en el mercado de alquiler vacacional, sin embargo, continúan registrándose incrementos medios significativos.